Con profunda tristeza utilizo esta columna para enviar mi más sentido pésame a la familia de Eduardo González Martínez; colega columnista, locutor, editor, periodista objetivo y vertical, melómano inconmensurable y extraordinario ser humano. QEPD.
En varias ocasiones en este espacio, hemos mencionado el cómo la tecnología ha estado incidiendo en una mejor calidad de vida para todos y que uno de los segmentos en donde más inciden estos avances tecnológicos, es el sector de la medicina.
Hablar de un paciente con algún tipo de afección en la válvula aórtica del corazón, representaba hasta hace un par de años, una cirugía a corazón abierto, que es de gran riesgo, magnitud, costo y además largos tiempos de recuperación.
Plantear que es posible atender una afección de ese tipo, implantando una válvula biomecánica, dentro del corazón a través de la arteria femoral, utilizando un catéter y que 24 horas después de la cirugía el paciente, salga del hospital y pueda en muy corto plazo (3 días) pueda retomar una normalidad, suena inverosímil y de ciencia ficción.
En esta ocasión me toco a mi ser el beneficiario de estos increíbles avances, fui diagnosticado con estenosis de la válvula aórtica y el tratamiento indicado, es el cambiar la válvula por una biológica (generalmente de cerdo) mediante una operación a corazón abierto, mi exceso de peso y antecedentes cardiacos convertían en imposible esta opción.
Gracias a la visión, experiencia e innovación de mi cardiólogo, el Dr. Iván Sánchez Rodríguez, de inmediato aplicó el protocolo para analizar si yo era candidato a un procedimiento de Válvula TAVI (siglas en inglés de implante de válvula aórtica a través de un catéter):
Después de la evaluación del caso, en la que participaron especialistas multidisciplinarios del protocolo TAVI, se decidió que mi caso era viable para implantar una Válvula EVOLUT Biomecánica de última generación.
El viernes 16 se llevó a cabo la cirugía, que duró 1 hora 20 minutos; agradezco infinito al Dr. Iván Sánchez y todo su equipo, de igual forma, muy agradecido por las atenciones del personal de quirófano, terapia intensiva y segundo piso de la Beneficencia Española, por su gran actitud de servicio y profesionalismo.
Esta semana, me reincorporé a mi trabajo de rutina, lo que hace 5 años hubiese sido una intervención con altísimos riesgos, se convierte hoy en una cirugía compleja, sí, pero altamente manejable y muy poco invasiva.