Cierto es que no existe un sistema político perfecto, que la libertad y la igualdad en su estado más puro, solo son parte del discurso idealista que pretenden un mundo equitativo, que la globalización difícilmente a todos nos traerá la modernidad y derribara las fronteras, tanto físicas como intelectuales de la democracia.
Hoy en el Estado de Hidalgo se inicia un nuevo rumbo, el cual estará representando por diferentes partidos políticos y en donde en su mayoría se dice que han sido elegidos los más honestos hombres y mujeres, para tener una representación en cada municipio, así como también se estarán dando cambios en las diferentes diputaciones del congreso local, por lo que no nos queda más que esperar y poder constatar que esto pueda ser cierto.
Y es que por desgracia la política en nuestro país atraviesa uno de sus peores momentos; pues la poca credibilidad de los ciudadanos y la poca confianza que se les tiene a los políticos, es cada vez más marcada y la cual ha generado que ya estemos hartos de escuchar las mismas cosas y las mismas promesas incumplidas, sin duda para el gobierno estatal será un gran reto ya que por primera vez no contara con “un carro lleno” que se encuentre a su favor.
Por lo que tendrá que trabajar el doble si quiere convencer a los ciudadanos de que será un gobierno del “pueblo y para el pueblo”.
Y es que antes cuando se veía que en el estado de Hidalgo se realizaran protestas sociales como las de las últimas fechas, aunadas por la creciente desigualdad de condiciones, la falta de empleo, el incremento desmedido en el transporte público, un muy marcado aumento en la delincuencia, aumento en personas desaparecidas, aumento en mujeres victimizadas, sin duda “estos” gobiernos tendrán muchas cosas que poner sobre la mesa, pues sin duda se quedan con muchos compromisos que cumplir.
El aumento en la corrupción de los diferentes gobiernos a nivel nacional están sin duda lastimando mucho a los que si quieren jugar un buen papel, pues hasta la fecha difícilmente en México se castiga el tráfico de influencias, el soborno, el peculado, el uso indebido de los recursos públicos, y es que actualmente sinónimo de legalidad es el “perdón” a todos aquellos que han actuado inconstitucionalmente.