Política

Las amas de casa no pueden ser presidentas

El menosprecio y prejuicio por las amas de casa que hacen su labor en su mayoría invisible y no remunerado salió a relucir en comentarios de quienes afirman que los mexicanos no votarían por ellas para ser presidentas, en una muestra de quienes lo afirman porque nunca lo han desempeñado y porque desconocen el valor que tiene ya que representa el 26.3 por ciento del PIB nacional (INEGI).

Además, sabemos que legalmente no están impedidas para poder participar en la vida política y de representación en cualquier nivel; federal, estatal, municipal, o del congreso. Muchas de ellas ahora lo compaginan junto con otras actividades, como pueden ser las miles de mujeres que aspiran a ser electas en algún cargo para el 2024 y como las protagonistas que son las candidatas a la silla presidencial; Claudia Sheinbaum por la coalición Seguiremos Haciendo Historia, y Xóchitl Gálvez por Fuerza y Corazón por México.

De por si algunos ciudadanos de este país no desean ser gobernados por ellas, mucho menos que representen a amas de casa, porque para ellos sería un recordatorio de lo que no quieren tener en casa mujeres que decidan por ellos en ningún lugar.

Es muy probable que en nuestro país mas del 70 por ciento de mujeres mayores de 12 años (a veces también niñas) sean amas de casa por tradición, por necesidad y por educación patriarcal, que es tan importante para el mantenimiento de las familias, ya que su ejercicio conlleva trabajo en el hogar de sistemas básicos como limpieza, vigilancia, planeación y producción de alimentos, administración del presupuesto familiar, cuidado de los hijos, enfermos o adultos mayores.

Por supuesto que no podemos ignorar que en muchas ocasiones representa un mayor esfuerzo y carga para las mujeres, ya que el 74 por ciento lo hacen ellas, mientras que el 23.6 por ciento lo desempeñan ellos. Esto quiere decir que nosotras realizamos 2.5 veces más el trabajo del hogar que los hombres. Esto sucede mayormente en estratos económicos humildes o de condición media.

Es así que, para las clases pudientes, las mujeres de familias casi no lo desempeñan porque pagan para tener una trabajadora domestica y ellas limitan su rol a actividades que no tengan esfuerzo físico y a veces que no les quite su tiempo en actividades sociales, de su arreglo personal o de sus propios gustos. Es probable que este tipo de mexicanas sean las que no votarían por amas de casa y también para los que consideran que su ejecución no es digna del estrato social que representan.

Desde hace cinco décadas que las mujeres se incorporaron al sistema laboral para ser parte del desarrollo de la economía de los países, pero que antes ya formaban parte desde los hogares, en donde ni ellas lo sabían. Aun ahora para muchos solo se considera trabajo al que se realiza fuera del hogar y pagado; lo demás es una obligación dada para las mujeres muchas veces sin descanso, vacaciones, por vejez o tener tiempo para hacer otras cosas

Qué sería de este México sin las amas de casa, que queramos o no también participan en la vida política y muchas se incorporarán en el próximo sexenio. Tan admirables como incomprendidas por ejecutar dobles responsabilidades dentro y fuera del hogar

¿Y los demás cuando cooperarán para que todo sea equitativo?


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Gemma Medina Aréchiga
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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