Cultura

Elecciones en pantalla

Una mirada fugaz por algunas propuestas que han retomado la temática de las elecciones, campañas y asuntos políticos alrededor de la toma de decisiones.

Empezamos con James Stewart en Caballero sin espada (Mr. Smith Goes to Washington, Capra, EU, 1939), encarnando a un joven que llega al Senado para luchar hasta (casi) el final por los principios democráticos: suena extraño, pero quizá todavía se encuentren políticos así. En esta tesitura, se presentó El candidato (Ritchie, 1972) con un Robert Redford idealista, típico de quien sabe que no hay nada que perder, hasta que se puede ganar en el tenebroso mundo de las candidaturas al Senado, a las que se sumó Ciudadano Bob Roberts (Robbins, EU, 1992) con la presencia de un cantante de folk que le entra al juego sucio.

En clave de thriller con Frank Sinatra en el protagónico, El embajador del miedo (The Manchurian Candidate, Frankenheimer, EU, 1962) retomó la novela de Richard Condon para plantear colocar a un candidato fácil de manipular para beneficio de los comunistas, a través de un lavado de cerebro; con Denzel Washington en el papel del comandante Marco, Jonathan Demme hizo otra versión en el 2002, sin Trump en el panorama por aquello de ser potencialmente controlado por fuerzas ahora rusas. Pudimos apreciar una demostración de elevado sentido político y capacidad de negociación en Lincoln (EU, 2012) una de las obras cumbres de Spielberg con un imponente Daniel Day-Lewis.

Año uno (Rossellini, Italia, 1974) presentó a un opositor de Mussolini en plena reconstrucción de una nación devastada por la guerra, mientras que El disputado voto del Sr. Cayo (Giménez Rico, España, 1986), basada en la novela de Migue Delibes, gira alrededor de la naciente democracia en España tras la dictadura franquista, particularmente durante la campaña electoral de 1977. Otra dictadura llegó a su fin gracias a un referéndum: en No (Larraín, Chile, 2012) se observa el proceso en torno a la continuidad del gobierno de Pinochet y la estrategia de marketing para evitarlo.

Escándalo en la Casa Blanca (Wag the Dog, Levinson, 1997) es una deliciosa sátira sobre la manipulación en tiempos de elecciones, escenificada por un gran elenco (De Niro, Hoffman, Anne Heche) y desplegada a través de un ingenioso guion escrito por puro especialista (Beinhart, Henkin y Mamet). El escándalo (Primary Colors, Nichols, EU, 1998) siguió la pelea por parte de un gobernador, interpretado por John Travolta y bien cobijado por un reparto, para alcanzar la presidencia, si bien una noticia sexual se atraviesa en el camino, por lo que se le relacionó con Bill Clinton, sobre el cual se produjo The War Room (Pennebaker y Hagedus, EU, 1993), sobre la impresionante campaña que lo llevó al poder en 1992, tras ir muy atrás en las encuestas.

Bulworth (Beatty, EU, 1998) recurre a la comedia negra para señalar la hipocresía reinante en el mundo de las candidaturas a través de la sinceridad que muestra un senador desencantado al ser crítico de varios componentes del país mientras busca la reelección, en tanto la sátira política Irresistible (Stewart, EU, 2020), muestra a un alto estratega del partido Demócrata se lanza a dirigir la campaña de un veterano que se postula como alcalde en un pueblo republicano-conservador en Estados Unidos. Los rivales políticos mandan a una asesora de nivel para apoyar al otro candidato, quien busca reelegirse y mantener intactas las tradiciones. Jay Roach ha abordado el tema en varias de sus películas, tales como El recuento (EU, 2008), acerca de la tensión en Florida en la elección del 2000; Game Change (EU, 2012), sobre Sarah Palin; la comedia Locos por los votos (The Campaign, EU, 2012) y All the Way (EU, 2018), centrada en la sucesión de Kennedy.

Promesas en París (Kruithof, Francia, 2021), sigue a la alcaldesa de los barrios parisinos, encarnada por Isabelle Huppert, en su etapa final como política, mientra que en El mundo de ayer (Diastème, Francia, 2022), la presidenta del país galo tiene que maniobrar para que el candidato de la ultraderecha no gane, sobre todo por el escándalo que se cierne sobre su elegido sucesor. El presidente desaparecido (Peyrefitte, Francia, 2022), en tanto, narra la historia de un rupturista candidato desconocido que gana sorpresivamente las elecciones en 1920, pero después se extravía, dejando el camino libre para el regreso de su contendiente.

En el documental President (Nielsson, varios países, 2021) se presenta la campaña presidencial de Nelson Chamissa en Zimbabwe, tras el régimen de Mugabe. Series como Tanner ‘88 (Altman y Trudeau, 1988), conformada por 11 capítulos; la notable El ala oeste de la Casa Blanca (Sorkin y otros, EU, 1999-2006); la británica House of Cards (Davies, 1990) y su versión estadounidense adaptada por Beau Willimon que se transmitió del 2013 al 2018, y Veep (2012-2019), en clave de comedia, por mencionar algunas entre las que se puede sumar la mexicana El candidato (2020 - ) de Peter Blake.

En otros contextos, el documental Boys State (Moss y McBaine, EU, 2020), retoma el encuentro de verano en Texas durante el 2018 donde preparatorianos de diversas escuelas asisten para integrar un gobierno representativo, a través de construir y experimentar un proceso electoral del cual forman parte activa, ya sea como planillas y candidatos, periodistas u organizadores. Otro proceso, este en el ámbito escolar, fue retratado con acidez en La trampa (Election, Payne, EU, 1999).


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Fernando Cuevas
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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