Durante la investigación que hicimos para la serie documental #Todas, dos funcionarios, uno estatal y otro federal, insistieron en una teoría escalofriante -por funesta y cínica- sobre el feminicidio de la joven Debanhi Escobar.
Según estas versiones, que al parecer persisten en la investigación actual de la Fiscalía General de la República, Debanhi había caído por accidente en la cisterna del Motel Nueva Castilla el 9 de abril de 2022, y habría permanecido con vida dos días ahí, antes de desmayarse y ahogarse.
Los funcionarios aseguraban algo que en su momento filtraron algunos youtubers: Que la joven, antes de morir, había escrito un mensaje con labial en la pared de la cisterna, el cual decía: “INTENTÉ SALVARME. LOS AMO”, al cual había añadido un corazón dibujado junto a la palabra “AMO”.
Muchas veces durante nuestra investigación recorrimos los 6.9 kilómetros que van desde el cuartel de la Fiscalía General de la República, pasando por el de la Fuerza Civil de Nuevo León, y el de la Guardia Nacional, hasta llegar al de la Séptima Zona Militar. A lo largo de este páramo policial intercalado con algunos terrenos baldíos y quintas, alguna vez estuvo proyectado un desarrollo lujoso para el norte de Monterrey.
Ahora, además de ser zona de cuarteles, se encuentran el Motel Nueva Castilla, donde fue hallado el cuerpo de la joven Debanhi, así como el Motel Scala, donde el 16 de octubre de 2018 fue hallado el cuerpo de otra joven, también llamada Debanhi y apellidada Campbell.
Tanto el Nueva Castilla como el Scala son moteles propiedad de empresarios de Galicia que además están asociados a unas extensas y complejas redes de inversionistas gallegos diseminadas a lo largo del país, las cuales controlan siete de cada diez moteles que hay en México.
La activista Alicia Leal, fundadora de Alternativas Pacíficas, una de las organizaciones pioneras en los noventa en la defensa de las mujeres en el árido Nuevo León, renunció a la Secretaría de las Mujeres del gobierno estatal actual, tras declarar que esta franja de instituciones de seguridad ubicada en las afueras de la ciudad era también una zona de trata. Arlen Palestina, otra notable activista contra la trata que ha visitado el norte mexicano, resalta que las redes de Monterrey, como pocas, trenzan a empresarios, políticos y policías en un complejo pacto de impunidad.
Debanhi Campbell tenía 23 años de edad. Trabajaba como bailarina en el table dance “Dsex3”. Un hombre llamado Miguel Ángel la citó en el Motel Scala. A la mañana siguiente, Miguel salió de la habitación y ella no. Horas después, Debanhi fue encontrada muerta por personas de limpieza del Motel. El papá de Debanhi acudió al lugar para identificar el cuerpo en el cuarto, encontrando en una de las paredes un aparente mensaje de su hija antes de fallecer que decía: “FUE CÉSAR”.
El mensaje tenía el supuesto nombre de un culpable: César, un amigo de la bailarina del table dance, pero lo que sucedió en realidad es que Miguel Ángel, después de asesinarla, escribió él mismo el mensaje con el labial de ella intentando asemejar la letra de Debanhi. Y finalmente colocó el labial junto a la plancha del cabello, el objeto con el que la golpeó hasta quitarle la vida.
Unas semanas después de ser encontrado el cuerpo de Debanhi Escobar, fue encontrada Yolanda Martínez, joven que también había sido desaparecida en esas mismas fechas. La Fiscalía de Nuevo León, como prueba contundente de que la joven se había suicidado, presentó en una conferencia de prensa un vaso de plástico roto que también tenía un supuesto mensaje de despedida: “YA ME VOY, TE VOY A EXTRAÑAR MI NIÑA. MÁRCAME GUAPO. TE AMO NEGRITO”, sin embargo, los peritajes demostraron que la letra no era de la chica asesinada.
Mariana Lima, Lesvy Berlín Osorio, Ariadna Fernández… Teorías de accidentes o de suicidios fabricadas a partir de mensajes y narrativas canallas. Como dice Lydia Cacho, hay que seguir investigando quién escribió el feminicidio de Debanhi Escobar.