“No tienes que ser tan duro que no te duela, solo tienes que ser lo suficientemente fuerte como para no abandonar”
Desconocido
Navidad es una fecha sumamente importante para gran parte de la población del mundo. Para mí, es la fecha más importante del año, por el gran significado que representa el nacimiento de Jesús y la unión familiar que ello provoca. “No todos los días son Navidad”, declaró el gran corredor Eliud Kipchoge después de cruzar la meta del pasado maratón de Tokio, donde detuvo su reloj después de 2 horas, 6 minutos y 50 segundos. Su declaración hacía referencia a que en el maratón, como en la vida, existen días buenos y días no tan buenos.
Eliud cruzó la meta en el décimo lugar. Corrió dentro del pelotón puntero hasta la mitad de la prueba, donde poco a poco se fue rezagando. Cuando lo vi alejarse de los líderes, de inmediato recordé el pasado maratón de Boston, donde después de perder su ánfora con nutrición e hidratación, comenzó a quedarse detrás de los punteros, hasta cerrar la prueba en 2 horas, 9 minutos y 23 segundos.
Kipchoge nos tenía acostumbrados a que casi todos los días parecieran Navidad; no obstante, descalabros como el de Tokio – que no es el primero y probablemente no sea el último – han provocado una enorme polémica entre la comunidad corredora; entre las principales preguntas que la componen están: ¿Será este resultado el principio del fin? Considero que sí, Eliud es un corredor que se acerca a los 40 años y que su mejor momento ya ha pasado; esto no descarta que pueda volver a ganar maratones como hasta hoy nos ha acostumbrado. ¿Será que Eliud habrá planeado un desempeño mediano en Tokio para guardarse para los Juegos Olímpicos? Para nada; considero que a esos niveles y velocidades el rezago no aparece como resultado de una estrategia de carrera, sino como una falta de respuesta del cuerpo, además de que los bloques comunes de entrenamiento y su propia trayectoria nos han demostrado que perfectamente pudo haber corrido a fondo Tokio y estar listo para enfrentar la Olimpiada.
Las leyendas, como los días, tienen amaneceres y atardeceres. De igual forma, el ocaso de la trayectoria del más grande de todos los tiempos ha comenzado, y estará compuesta por buenos y no tan buenos resultados.
Abastecimiento: Si corres de madrugada, no olvides tus accesorios reflejantes y una linterna frontal y trasera.