El “oro verde”, como le dicen en Michoacán, estará presente el día de mañana en gran parte del territorio de nuestro vecino del norte.
México es el principal productor y exportador de este fruto hacia el mundo, créame cuando le digo que ocupamos el primer lugar por mucho, quien nos sigue es Holanda estando nosotros tres veces arriba de su producción, el año pasado según la Secretaría de Agricultura, nos metimos al bolsillo más de tres mil millones de dólares; Estados Unidos es nuestro principal comprador, el Super Bowl y la celebración de la Batalla de Puebla, sus principales días de consumo.
El 5 de mayo es una celebración más gringa que mexicana y eso usted y yo lo sabemos querido lector; los del otro lado del río Bravo han hecho de esta fecha toda una mitología de héroes, villanos y el pretexto ideal para consumir, cosa que se les da de manera natural
Veremos a los güeros, morenos y latinos, comiendo empanadas, guacamole y churros con chocolate, algo muy mexicano según ellos, para hacer fiesta. Quitando a Puebla y su capital donde casi se paraliza por los desfiles que hace, nadie más dentro del territorio nacional conmemora este triunfo. Para México la victoria del general Ignacio Zaragoza y su segundo a bordo Porfirio Díaz, contra el ejército francés, el más poderoso del mundo en aquel entonces, es solo una fecha más de calendario.
No así para los mexicoamericanos que desde hace décadas tomaron este día para celebrar su nacionalismo, y por adopción todos los demás de por allá comenzaron por igual a festejar; mañana los bares y restaurantes se pintarán de colores mexicanos para reforzar, aunque sea por un día, el vínculo con su vecino país del sur. La Batalla de Puebla ellos la festejan y en grande, recordemos que son descendientes de migrantes y su historia está forjada por todos los que han llegado desde años atrás. Así que este domingo en más de una casa de aquel país habrá un buen guacamole michoacano, con totopos fritos y chile cuaresmeño.
