Se veía venir… ocurrió, y seguirá ocurriendo: la 4T atendiendo las comandas de Donald Trump.
Ante el inminente vencimiento de la primera prórroga de 30 días dada por Estados Unidos para que la 4T combatiera la inmigración ilegal, el tráfico de fentanilo y los productos chinos, el gobierno de la Unión Americana fue tajante en que le parecía muy poco lo hecho por Sheinbaum para atender sus exigencias.
La primera comanda no se surtió como lo habían exigido por lo que el régimen mexicano, arrinconado, cedió al extradiciothón del siglo: 29 capos de gran peso con procesos penales en curso y con órdenes judiciales de no extradición, todos fueron entregados, como abducidos, a autoridades estadounidenses evidenciando el hueco discurso de que no se permitiría una injerencia extranjera. Ajá.
También en minutos se desnudó la falacia de que es patriota quien pide el regreso de Ismael “El Mayo” Zambada a México y que es traidor quien pide actuar contra los cárteles mexicanos.
La soberanía no radica en la repatriación de un peligroso imputado, porque, de ser así, sería una peor traición a la patria extraditar a Estados Unidos, en contra de las leyes mexicanas, a 29 delincuentes que estaban bajo proceso penal.
También, mañanear con que se entregó a los 29 capos “por seguridad nacional” es falaz, es un argumento con fines propagandísticos cuando en realidad actuaron “por seguridad del partido en el poder”.
Sin duda que el “extraditathón” del 27 de febrero debe entenderse como resultado de la declaración estadounidense de que los cárteles mexicanos son organizaciones terroristas globales, porque este solo hecho permite aplicar todos los recursos posibles contra sus integrantes, estén donde estén.
Porque implica que se buscará detectar y aniquilar a quienes formen parte de sus tres estructuras: la armada, la económico-empresarial y –la que está en la mira actualmente– la estructura político-gubernamental.
Con información privilegiada e inculpados clave bajo su control, Donald Trump va a seguir estirando la liga con la 4T haciéndole cada vez más reclamos y el gobierno mexicano nada más levantando y surtiendo la comanda. “¿Algo más que desee ordenar, Mr. Trump?”, así.
