Ocho de cada 10 mexicanas se sienten inseguras, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2018 (Expansión, 25/11/19).
Por cada delito sexual contra hombres, hay 11 casos de mujeres que fueron víctimas, de acuerdo a datos de ONU Mujeres (Forbes, 7/11/19).
Las mujeres en nuestro país no solo viven la violencia en las calles sino también en su vida digital. En vez de disminuir, las agresiones contra ellas encuentran nuevos espacios, por lo que veremos algunos de los riesgos a los que se enfrentan en medios virtuales.
Primero, la tecnología no es garantía y menos para ellas
Al menos nueve millones de mujeres mayores de 12 años de edad han sufrido ciberacoso en México (Luchadoras, 2018).
Con la juventud aumenta el riesgo. Las mexicanas de 12 a 19 años de edad y de 20 a 29 años son quienes más han sufrido ciberacoso en los últimos 12 meses ya que más de 20 por ciento han sido víctimas, mientras que para aquellas de 40 a 49 años la cifra baja a 11.5 por ciento (Mociba 2017).
Más riesgo para ellas. Alrededor de 31 por ciento de las mujeres dijo ser víctima de insinuaciones o propuestas sexuales, contra 13 por ciento de los mexicanos. Cerca de 24 por ciento de las mexicanas recibieron fotos o videos sexuales, para los hombres el porcentaje solo llegó a 14.7 por ciento
Segundo, la violencia digital en la política
Seis de cada 10 agresiones a través de medios tecnológicos contra candidatas en 2018 sucedieron por el simple hecho de su género y por machismo (Luchadoras, 2018).
Los ataques que se dieron contra ellas fueron amenazas a través de WhatsApp, llamadas y mensajes de texto.
Más de la mitad de las agresiones contra candidatas en redes sociales ocurrieron en Facebook y se vincularon con amenazas, desprestigio o robo de identidad. En Twitter, sucedieron cuatro de cada 10 casos y tuvieron que ver con discriminación.
Tercero, quiénes y cómo atacan
En 86.3 por ciento de los casos, los agresores fueron personas desconocidas; 5.9 por ciento eran amigos; 4.5 por ciento compañeros de clase o de trabajo; 2.3 por ciento algún familiar y 2.2 por ciento la pareja o la ex pareja.
Existen distintas vías en las que se violenta a las mujeres como violar su intimidad, al filtrar imágenes íntimas sin consentimiento; difamar para dañar su imagen y reputación; usurpar su identidad o crear perfiles falsos; denigrarlas, humillarlas o ridiculizarlas en cualquier medio digital; espiar la vida virtual y acosar o amenazar para intimidar.
Las agresiones contra las mujeres no son una percepción sino un flagelo que va en aumento y que genera consecuencias irreparables. Tomemos muy en serio lo que pasa en el mundo virtual porque la violencia digital es una realidad que afecta a millones de mexicanas.