Los niños que con frecuencia son golpeados tiene el doble de riesgo de padecer trastornos mentales como ansiedad o depresión, fue parte de un estudio desarrollado por expertos en Australia, quienes han alertado sobre el riesgo a esta clase de hechos.
El profesor Daryl Higgins, quien realizó el estudio en la Universidad Católica de Australia, dijo la cadena 9 News de ese país que los resultados de los análisis son preocupantes.
"El castigo corporal (golpes) tiene efectos negativos en la salud mental y parte de la razón se debe a que el castigo corporal tiende a ir acompañado de experiencias de abuso y negligencia infantil", sostuvo al medio australiano.
Los análisis también revelaron que seis de cada diez pequeños han sido golpeados en ese país, en una situación que es ejercida por sus padres.
El mismo experto reveló que hay un 61 por ciento de los jóvenes de entre 18 a 24 años que fueron castigados de esa forma cuando eran pequeños, con situación que se ejerciendo al menos en cuatro veces, afirmando que la cifra "es una proporción muy grande".
"Es muy importante tener en cuenta el entorno más amplio en el que crecen los niños", dijo el especialista, que alertó también que hechos como los abusos fueron considerados en los estudios.
Las niñas que sufrieron esos castigos al menos cuatro veces tiene 1.8 veces de desarrollar un trastorno de depresión mayor más adelante, así como sobre 2.1 veces de que tengan ansiedad.
Agregó que "si desea reducir la ansiedad a nivel de la población de mujeres y hombres, no los golpee cuando son niños".
"Existe una conexión muy real entre el castigo corporal y la experiencia actual y permanente de mala salud mental", recalcó el experto.
