Para superarte y triunfar en lo que más te gusta, la barrera es uno mismo. Zion Clark es un luchador estadunidense que es prueba de ello al tener éxito a pesar de haber nacido sin sus extremidades inferiores.
Clark, cuando era tan solo un bebé, fue diagnosticado con el síndrome de regresión caudal, lo cual afectó el desarrollo de su columna vertebral y provocó que no tuviera piernas.
El oriundo de Columbus, Ohio estuvo en varios hogares hasta que una mujer llamada Kimberli Clark lo adoptó a los 8 años, quien lo motivó a luchar por sus sueños. En Massillon High School conoció a un entrenador llamado Gil Donahue, quien lo inspiró a luchar.
“Comencé a luchar en segundo grado. Cuando era muy pequeño, las primeras peleas no sabía qué hacer y mi oponente tampoco”, comentó en una plática con Daily Mail.
Aunque al principio no ganaba ninguna de sus peleas, Clark fue puliendo y mejorando su técnica poco a poco.
“Me dijeron que fuera a agarrarle las piernas a mi oponente y tratar de derribarlo, no había técnica, pero yo pensé que era lo más divertido del mundo”, confesó.
En su cuarto año de la universidad consiguió un récord de 33-15, lo cual lo colocó como uno de los mejores luchadores en Estados Unidos.
“La mayor lección que he tenido que aprender es que las cosas no siempre irán a tu manera. Tienes que trabajar con lo que tienes, una vez que lo haces comienzan a abrirse varias puertas”, señaló el deportista.
Zion Clark, actualmente, está en la búsqueda de conseguir un récord: competir y conseguir una medalla tanto en unos Juegos Olímpicos como en una justa paraolímpica.
ZZM