A diferencia de la anorexia, las personas que padecen bulimia son más emocionales y desordenadas, y recurren de manera más frecuente a la utilización de métodos de purga o la provocación del vómito como una forma para bajar de peso.
La bulimia es un trastorno alimenticio que debe ser tratado de manera médica nutricional y psicológica, y es de mayor incidencia en mujeres que en varones, aunque aparece en una edad más tardía.
Se estima que este trastorno afecta entre el 1 y 3 por ciento de la población, aunque precisó, es muy probable que haya un grupo amplio de ciudadanos que viven sin saber que la padecen.
La o el paciente bulímico no necesariamente es una persona delgada y puede tener peso normal o incluso sobrepeso, comentó el especialista en terapia breve Josué Rodríguez Hinojosa, catedrático de la Facultad de Psicología (Fapsi), de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
"La bulimia es donde es mucho más frecuente la provocación del vómito o algún otro método de purga.
"Podemos notar que hay purga muy frecuente, y esto es bueno que lo sepan los papás, no solo por el olor, sino porque los dientes en la persona se empiezan a afectar, el esmalte se empieza a dañar y se presenta un separación", enfatizó.
Una de sus características es “el atracón" y una forma para detectarla es cuando se encuentra comida chatarra escondida.
"La (persona) bulímica tiende a ser más emocional, más desordenada, tiende a ser extrovertida y esconde la comida.
“Es menos peligrosa que la anorexia por el tema del peso", destacó.
Este trastorno suele presentarse en edades más tardías, en jóvenes de preparatoria y facultad, y se indica que más que con roles de género tiene que ver más con el tema de independencia.
"El consejo para los papás es estar atentos y acercarse sin juzgar para fortalecer la confianza", destacó Rodríguez Hinojosa.
Alerta por redes sociales
Josué Rodríguez Hinojosa puso especial énfasis a lo nocivo que pueden ser los grupos de Facebook o WhatsApp que promueven la anorexia y la bulimia, pues reiteró que aunque quienes la padecen piensan que se están aconsejando en cómo verse bien y bajar de peso, lo que pasa en realidad es que fomentan los trastornos alimenticios.
En este sentido, destacó, es vital la participación que puedan tener los padres de familia en el monitoreo de estas redes sociales y el impacto que pudieran ocasionar.