Tras considerar que es preocupante la infestación del insecto descortezador en más de 500 hectáreas del Parque Nacional El Chico, el presidente de la Asociación Civil Biofutura, Jonatan Job Morales García, señaló que las autoridades no solo se deben derribar los árboles como se tiene previsto sino también considerar la aplicación de una vacuna para contrarrestar la plaga.
“El Parque Nacional el Chico y sus zonas aledañas son unos de los sitios más importantes para la conservación, la solución no se encuentra solamente en el derribo de los árboles, hay programas de vacunación de árboles que permiten la salvaguarda y rescate para mantener la salud ecosistémica y eso es lo que no están viendo”, aseveró.
Ubicado entre los municipios de Pachuca y Mineral del Chico, con una superficie de dos mil 739 hectáreas de bosque de coníferas y encino, el Parque Nacional El Chico tiene una afectación de 516 hectáreas por el insecto descortezador.
La solución “desgraciadamente” es, de acuerdo con Rafael Manuel Islas Borbolla, director general del Consejo de Administración del Parque Nacional El Chico, el derribo de los árboles.
Erika Ortigoza Vázquez, comisionada Estatal de la Biodiversidad, informó que no se sabe cuántos árboles serán derribados debido a la plaga, sin embargo, indicó que en 31 hectáreas atendidas se han derribado hasta el momento mil 500.
¿Qué son los insectos descortezadores?
Los insectos descortezadores, explica la Comisión Nacional Forestal (Conafor), son una plaga de importancia nacional, siendo el segundo agente, después de los incendios forestales, de mayor disturbio en bosques de clima templado en México por la magnitud de superficie afectada y cantidad de arbolado dañado.
Factores principales de la plaga
El presidente de la Asociación Civil Biofutura, indicó que no se ha preservado la naturaleza del Parque Nacional El Chico porque quienes están a cargo de él pues mencionó que en el lugar ha habido incremento de actividades que han desmontado gran parte del parque por carreras trails, el uso de bicicletas, extracción de agua y el desmonte de grandes zonas arboladas.
“Y finalmente lo que hicieron es que debilitaron esta cobertura vegetal, aunado a la sequía, que los árboles se infestaran y ahora se tiene este problema, la infestación de la plaga es un reflejo de las malas prácticas en el Parque Nacional y la falta de políticas públicas para la conservación de este lugar”, agregó el activista ambiental.
Respecto a que el director general del Consejo de Administración del Parque Nacional El Chico argumentó que la infestación del insecto descortezador obedece al cambio climático y a la sequía, Jonatan Morales coincidió en que es así, aunque afirmó que él no es un experto para argumentar ello.
“Este cambio climático y estas sequías son derivados de las actividades que realiza el hombre en el Parque Nacional, su salud está ligada a las acciones que hacen ahí y lo que ha sucedido es que haya ahora un incremento del insecto descortezador”, refirió.
“Si derribamos los árboles, que es lo que plantea la Secretaría del Medio Ambiente estatal a través de su programa de saneamiento, y seguimos ejerciendo las mismas acciones en el Parque lo que va a terminar sucediendo es que no vamos a tener un bosque nunca en esa zona, hay que realizar un estudio sobre el impacto del saneamiento que ha planteado la Secretaría, pero el derribar los árboles en su mayoría no es la mejor solución”, enfatizó.
Como parte de las actividades de saneamiento que se llevan a cabo dentro del Parque las partes afectadas por las plagas están el derribo de arbolado, troceo, fumigación, descortezado y quema de puntas.