En los 26 días de precampaña, Julio Menchaca Salazar, precandidato único de Morena a la gubernatura de Hidalgo, ha realizado encuentros con militantes y simpatizantes de ese movimiento en prácticamente todas las regiones del estado.
En los diversos encuentros que ha sostenido, lo mismo en el Altiplano, que en las sierras Gorda y Alta, así como en el Valle del Mezquital, la Huasteca y el Valle de Tulancingo, el precandidato ha insistido en dejar a un lado los egos y la soberbia.
“Debemos entender que el bien colectivo es más importante que el bien personal para así evitar, de una vez por todas, que la pobreza se convierta en miseria, lo que, subrayó, es inaceptable”, expresó.
De ahí la importancia de replicar en Hidalgo el cambio que hoy vive la nación ya que una elección de ninguna manera se trata de quitar a uno para poner a otro, sino de hacer las cosas distintas, de utilizar correctamente los recursos, de atender lo más sensible que afecta a los hidalguenses.
Y es que hoy, subrayó el precandidato de Morena, mujeres y hombres batallan con caminos, con el abasto de alimentos, con los servicios de salud y de educación y, aún peor, con la falta de oportunidades.
En los mítines en los que participa Julio Menchaca Salazar se da la voz a quien lo solicita. No hay restricciones para la expresión, para escuchar la voz, los reclamos de la sociedad, lo que da pie a un diálogo franco y abierto propio de quienes acuden a un acto por convicción y no por acarreo.
El propio Menchaca ha mencionado que “los del otro lado, los adversarios políticos, están muy preocupados. Miren. Véanlos en los eventos”, y ha preguntado: “¿A alguno de ustedes lo obligaron a venir al mitin? Vean a sus vecinos, hay ánimo, hay entusiasmo”.
“En cambio, vean los mítines, las reuniones de los de enfrente, de los adversarios, vean las caras, parece que van a un funeral y, efectivamente, están yendo a un funeral”.