Del 1 de octubre de 2024 a la fecha, las autoridades federales han decomisado 3 mil 520 máquinas tragamonedas , que eran operadas por el crimen organizado en nueve entidades como una fuente de ingresos constantes a bajo riesgo y como un método de control social.
De acuerdo con investigaciones federales, el Cártel de Sinaloa, particularmente la facción de Los Chapitos, es una de las principales organizaciones que operan este tipo de negocio criminal.
Así como Los Viagras, en la región michoacana de Tierra Caliente, y células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en Guadalajara y Zapopan, así como en municipios del Estado de México.

'Habichuelas', método de cárteles para extorsionar a dueños de tiendas
Comúnmente conocidas como 'habichuelas', las máquinas tragamonedas son instaladas por la fuerza en tienditas o establecimientos en los mantienen extorsionados a los dueños.
Estos puntos, además de ofrecer a las estructuras criminales un fuente de ingresos constante, son empleados también para el reclutamiento de sicarios y puntos de operación de otros delitos, como la venta de drogas.

Operativos de la Marina, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República y fiscalías estatales han decomisado e incinerado miles de estos aparatos en distintos estados del país.
En Sinaloa se han decomisado mil 770 de estas máquinas, mientras que en Sonora fueron mil 259, en Nayarit, 165, y en Chiapas, 96.
En Baja California Sur, Guerrero, Veracruz, Colima y Baja California, los decomisos fueron menores a las 90 máquinas tragamonedas.

Uso de 'habichuelas', centros para venta de droga
De acuerdo con la Dirección General de Juegos y Sorteos, estos negocios generaron hasta 600 millones de pesos semanales a nivel nacional en 2020. Mientras que autoridades locales, señalan que en Sinaloa o Michoacán las ganancias mensuales llegaban a los dos millones de pesos.
Pero las 'habichuelas' no solo son dinero. Funcionan como instrumento de extorsión. Investigaciones federales indican que los comerciantes son obligados a aceptar las máquinas o pagar cuotas para no ser atacados.
Luego, esos establecimientos son empleados como centros de reunión y de venta de droga, espacios de coordinación logística y mecanismos de lavado de dinero a pequeña escala.

En barrios y colonias, además, cumplen una función de captación para enganchar a menores. De ahí que los operativos del gobierno no solo busquen cortar recursos, sino también desmontar nodos de control social.
El marco legal en contra de las máquinas tragamonedas se endureció en 2023, con reformas a la Ley Federal de Juegos y Sorteos, lo que cerró la puerta a permisos formales de tragamonedas y empujó la operación hacia la clandestinidad.
El resultado ha sido un choque frontal: decomisos, cateos, incineraciones públicas y, en paralelo, una violencia asociada que ha dejado ataques armados contra locales y asesinatos de comerciantes que se niegan a cooperar.
IOGE