La Fundación Espinosa Rugarcía y el Centro de Estudios Espinosa Yglesias presentaron el libro "Foto Azul: Un estudio fotográfico en Puebla", obra que fue coordinada por Xavier Recio y Horacio Correa, en la que se muestra las fotografías del poblano Rafael Fuentes Aguilar (1889-1976).
"Los dos integramos el proyecto integral de Foto Azul, que implica la revisión de negativos, la publicación del libro y la exposición participativa. Y La idea surge a partir de la donación que la familia del fotógrafo hizo a la Fundación de 37 mil negativos y a partir de ahí surge la necesidad de revisarlos, ver lo que hay, escribir sobre eso hacer una exposición para compartir al público sobre estas imágenes que datan de 1936 a 1949 y que nos hablan del Puebla de ese momento, pero que también hace una reflexión acerca de la imagen y también del presente", señaló Xavier Recio.
En la presentación resaltaron que Puebla es una de las ciudades con el mayor número de archivos fotográficos en el país. Sin embargo, hasta ahora no se había estudiado una colección local desde una perspectiva que involucra, tanto el aspecto artístico como el social".
Detallaron que la historia del acervo que dio lugar a este libro comenzó cuando Mario Luis Fuentes Alcalá, nieto del fotógrafo, encontró los negativos en 421 cajas. Entonces decidió donarlos a la Fundación para evitar su pérdida y rescatar el testimonio histórico que, sin quererlo, dieron las personas que se fueron a retratar entre 1936 y 1949.
"El acervo es un tesoro que nos revela una huella de la movilidad social y brinda una herramienta invaluable para vincular la imagen al entorno social (...) son básicamente fotografías de estudio y que retrata a distintos personas. Decimos que es un estudio democrático porque era un estudio al que iban desde campesinos hasta personas adineradas y generalmente se tomaban fotografías de ocasión, algunas tenían que ver con fotografías para recordar algún evento, como una primera comunión, unos quince años, una boda, otras tienen que ver con las fiestas patrias o con las formas de vestir de la época, que estaba muy de moda, como el estar de charro o de china poblana", mencionó Horacio Correa.
Recio contó que Rafael Fuentes inició como retocador de fotografías, para después hacer de "Foto Azul" un espacio que recibió, durante décadas a toda la población que quisiera retratarse sin importar su estrato social. Su fotografía es ejemplo de un minucioso cuidado en la iluminación, el claroscuro, los retoques y trucos en negativos e impresiones.
"En su estudio fotográfico, Rafael Fuentes Aguilar no solo retocaba manchas y arrugas a petición de los clientes, sino que aclaraba el color de la piel. Muchos quisieron verse más claros porque el tono de la piel ha sido un factor que influye sobre la desigualdad en nuestro país (...) en este tema también abordamos el racismo o la discusión del racismo".
Explicó que cuando la gente se tomaba una foto, en el estudio había diferentes formas de que los retrataran para destacar o no ciertos rasgos, además de retoques podían aclarar la piel, ojos o cabellos. "Digamos que había un fotoshop, pero manual".
Respecto al libro informaron que abordan el origen del fotógrafo, de su familia y que invitaron a algunas escritoras para que a partir de una imagen -se seleccionaron 20-, recrearan una historia a través de la narrativa y de la imaginación.
Una parte de la colección de "Foto Azul" se exhibirá hasta febrero próximo en Casa ESRU El Carmen, de martes a sábado, en un horario de 10:00 a 18:00 horas con entrada gratuita. Además de que el fin de semana impartirán diversos talleres dirigidos a niños y adultos, respectivamente.
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