Tras más de 50 días del incendio que arrasó con la fábrica de aerosoles en Álamo Industrial, la Fiscalía de Jalisco informó el hallazgo de varios objetos calcinados en el predio: un teléfono celular, una playera y un par de botas negras, las características coinciden con las prendas que portaba Jorge Octavio el 30 de abril, último día en que se le vio con vida.
María Guadalupe Ibarra Ramírez, pareja de Jorge Octavio, expresó su angustia al conocer la noticia del hallazgo, aunque algunos objetos podrían coincidir, asegura que aún tiene dudas.
“Me siento nerviosa, con incertidumbre… tristeza. No sé si en realidad esas cosas pertenecen a él, tengo conocimiento de que ya se mandaron a SEMEFO para confrontar con el ADN, estoy esperando solamente la respuesta de ellos”, dijo María Guadalupe.
Sobre las botas localizadas, Ibarra compartió que Jorge usualmente usaba tenis, aunque uno de sus compañeros confirmó que también portaba ese tipo de botas para trabajar.
“El celular se podría decir que sí era de él, pero porque no lo traía consigo, lo encontraron en otra área donde se suponía que lo había dejado cargando, en cuestión de la playera y las botas no lo sé, el traía tenis aunque un compañero me colaboró que sí usaban ese tipo de botas. Pero la verdad no quiero adelantarme a nada”, agregó.
¿Qué falta por revisar en la zona del incendio?
La Fiscalía confirmó que se concluyó con la búsqueda en la mayor parte del terreno, excepto en un área cerrada que funcionaba como oficinas, de acuerdo con Protección Civil Jalisco, el espacio representa un alto riesgo estructural, ya que la bóveda podría colapsar, por lo que aún no se permite el ingreso.
¿Qué pide la familia de Jorge Octavio?
Entre la desesperación y el silencio de las autoridades, María Guadalupe hace un llamado para obtener respuestas claras y verídicas.
“Solamente pido que sea algo real, algo realista en cuestión a su cuerpo, dónde está Jorge… porque como te digo, siento tristeza, incertidumbre… todo se me cae por no saber dónde está aún”.
Mientras las investigaciones continúan, María, como muchas otras familias, vive a la espera de una verdad que aún no llega.
MG