Una ola de fe y emociones envolvió la Basílica de Guadalupe en la colonia Independencia en Monterrey, donde más de 230 mil feligreses se dieron cita la noche del miércoles para celebrar a la Virgen de Guadalupe.
En punto de las 23:00 horas, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, dio inicio a la tradicional misa, un acto cargado de fervor.
A lo largo de la ceremonia, cientos de fieles entraron al recinto de rodillas, otros con lágrimas en los ojos, cumpliendo mandas y dejando ofrendas como rosas e imágenes de la Virgen, que fueron bendecidas en el altar.
A la medianoche, las emociones se desbordaron cuando el mariachi entonó “Las Mañanitas” en honor a la Virgen.
El canto colectivo resonó con fuerza, uniendo a la multitud en un acto de fe inquebrantable. Tras el mariachi, grupos musicales y bandas continuaron rindiendo tributo, manteniendo vivo el fervor en los alrededores de la Basílica.
Fuera del templo, la tradición de encender veladoras transformó el ambiente en un escenario lleno de luces, simbolizando las peticiones y agradecimientos de los fieles.
La celebración no solo unió a la comunidad, sino que también contó con la presencia de autoridades estatales.
El gobernador Samuel García y su esposa, Mariana Rodríguez, asistieron a la misa, junto al secretario de Gobierno, Javier Navarro Velasco, y el secretario de Desarrollo Regional y Agropecuario, Marco González.
El arzobispo Cabrera López destacó la importancia de la unión comunitaria en esta fecha tan significativa, en una noche que reflejó el poder de la fe y el amor a la Virgen de Guadalupe.
Repartidor de comida acude a agradecer a la Virgen y pedir por su familia
Cada persona que acude a visitar a la Virgen de Guadalupe llega con un motivo, ya sea el dar gracias o pedir por algo en especial, Erik Benavides suspendió unos minutos su labor de repartidor para dejar una ofrenda y pedir por su familia.
Un joven de 25 años de edad que es el sustento de una familia, padre y esposo, dedica su vida a ser repartidor y llegó por la tarde de este miércoles a las afueras del Santuario para dejar una veladora, orar y pedir por un mejor año.
"No pues le vine a dejar una veladora para darle gracias a la virgen por otro año más de vida y por el trabajo que me manda, por mi familia también que nos cuide y que cuide a mi familia", platicó Erik.
De manera solitaria, y portando la mochila en donde lleva los alimentos que reparte, se aproximó hasta un lugar en donde las personas dejaron sus veladoras prendidas en forma de ofrenda para la Virgen.
Erik, expresó que a pesar de haber tenido un año difícil, para él es importante dar las gracias por la salud que se tiene y el trabajo que hay.
"Pues si estuvo difícil, pero pues uno tiene que echarle ganas, le pido a la virgencita y a Dios para poder salir adelante. Este año estuvo complicado por lo de la economía, los gastos y pues ya con una niña es un gasto mayor, le batallé también con el trabajo, pero pues le busco de todo porque no me puedo quedar de brazos cruzados y tengo una niña que me espera", relató.
Durante este año, su labor de repartidor no fue suficiente para poder solventar el gasto de su familia, por ello, tuvo que desempeñar otra serie de oficios que lo ayudaron a salir adelante.
"Pues todo verdad, que aumente la familia, el dinero, tener ya mi carrito, y pues todo, primeramente salud, porque es lo que más quiere uno y pasar Año Nuevo en familia juntos", agregó.
Así como Erik, miles de ciudadanos con motivos para agradecer acudieron para expresarlos a la Virgen, confiando en que su fe los ayudará a seguir recibiendo bendiciones.
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