Policía

"Aunque sea en un panteón, lucharemos por devolver a los desaparecidos a sus familias": la promesa del forense jalisciense

El actual director del IJCF, Alejandro Axel Rivera Martínez, reconoce la magnitud de la responsabilidad que ostenta y ha delineado una propuesta clara para cumplir su promesa

Con 21 grados y un aire tibio en la Zona Metropolitana de Guadalajara, el edificio del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses se levanta con su fachada azul rey y blanco, colores que contrastan con las mantas instaladas por el colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos de Jalisco (Fundej). 

Ahí están los rostros de cientos de desaparecidos rodeando la imagen de la Virgen de Guadalupe: un recordatorio brutal de la crisis que atraviesa el estado y la fe de que regresen a casa quienes faltan.

En el ingreso, un guardia de seguridad, un filtro de registro y una puerta corrediza reciben al visitante. La sala de espera luce asientos cómodos y un ambiente pulcro que contrasta con la dura carga simbólica de lo que encierran sus muros.

Es el recibimiento diario del director del instituto, Alejandro Axel Rivera Martínez, que sube al segundo piso para llegar a su oficina y recorre un pasillo largo y silencioso

Busca Rivera Martínez terminar con la crisis forense en Jalisco

Un gran cuadro de un búho vigila su escritorio de madera. Las figuras del Arcángel Gabriel y de San Judas Tadeo custodian su librero: “son regalos que me han dado personas para mi protección”; un amparo que refuerza con el escapulario que cuelga en su cuello.

Ahí, desde marzo pasado, dirige uno de los institutos más controversiales del estado. Su llegada al cargo tampoco estuvo exenta de polémica: colectivos de familiares de desaparecidos exigían la permanencia de Gustavo Quezada, pero no lo consiguieron. Ahora, a casi seis meses como director, Rivera Martínez reconoce los retos y la necesidad de ganarse la confianza de las familias que no toleran retrocesos.

El 2018 marcó una de las peores crisis forenses en Jalisco con los llamados “tráilers de la muerte”, que expusieron la falta de capacidad institucional para atender la acumulación de cuerpos sin identificar.

El director del IJCF, Axel Rivera Martínez, reconoce la magnitud de la responsabilidad que ostenta y tiene propuesta clara para salir de la crisis forense
Rivera Martínez reconoce los retos y la necesidad de ganarse la confianza de las familias que no toleran retrocesos (Foto: Fernando Carranza)

Estar hoy al frente del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses implica cargar con ese episodio doloroso y, al mismo tiempo, asumir el reto de que nunca vuelva a repetirse. El actual director reconoce la magnitud de esa responsabilidad y ha delineado una propuesta clara para evitar que la historia se repita.

—¿Cómo evitar otro episodio de “tráilers de la muerte”?—

“La propuesta para evitar la saturación [es] ampliar las capacidades según las necesidades de cada delegación, incluyendo la de aquí de Guadalajara, que si bien no estamos sobrados, estamos en un espacio que es todavía operativo, no es operable. [Se trata de] tener resguardos temporales semejantes a panteones forenses que sean exclusivamente del uso de Ciencias Forenses y que no dependan de un destino final, porque nosotros podemos acceder al cuerpo en cualquier momento. Y lo más importante, para poder evitar esa saturación, es empezar a restituirle a las familias los cuerpos”, dice Alejandro Axel.

Para el Centro de Identificación Humana de Jalisco se destinaron un total de 118 millones de pesos: 97 millones para equipamiento y el nuevo laboratorio, y 21 millones para vehículos de las áreas operativas. Fue uno de los proyectos que encabezó la pasada administración emecista y que Rivera Martínez resalta con orgullo al revelar que, en su gestión, ha logrado casi duplicar el número de identificaciones.

¿Qué resultados ha dado el Centro de Identificación Humana?

“La idea es optimizar. El centro ahora se encarga de hacer todos los procesos de identificación de los cuerpos que están como no identificados, e incluye los de larga data: no se abandonan, no se pueden abandonar; al contrario, se debe reforzar. Porque el centro se enfocaba mucho —aunque hacían todo el examen multidisciplinario— en depender de las pruebas de genética. Y las pruebas de genética, siendo muy buenas, pueden ser muy complejas, más en casos de larga data. Obtener el perfil genético de un hueso que ya estuvo en humedad, que tiene muchos años, que estaba en condiciones con minerales que lo pudieron haber deteriorado, que estuvo entremezclado con otros huesos de otras personas… a veces incluso puede llegar a ser imposible, al menos con la tecnología actual. En el futuro tal vez ya no; ojalá que sí lleguemos a eso también con la ciencia. Pero, por ahora, a veces llega un momento en que decimos: es imposible, no podemos más, no se puede extraer el ADN de este hueso, o no en cantidad suficiente. Y eso hace muy largo y complicado el proceso, y a veces puede llegar a ser imposible. A partir de que implementamos una nueva técnica —que sería agregar todos los conocimientos y no esperar exclusivamente a la genética— de tener menos de 50 identificaciones en un año, ahora, en lo que llevamos de gestión, de marzo a julio, ya llevamos 80 y tantas personas de larga data identificadas y en proceso de hacer la restitución a las familias”, detalla.
El director del IJCF, Axel Rivera Martínez, reconoce la magnitud de la responsabilidad que ostenta y tiene propuesta clara para salir de la crisis forense
97 millones de pesos se destinaron para renovar el laboratorio del recinto forense tapatío (Foto: Fernando Carranza)

En su despacho, con un tono sereno y sin prisas, habló de la relación que mantiene con los colectivos de búsqueda. 

Su semblante se suaviza y reconoce en ellos a una pieza fundamental en la atención de la crisis de desapariciones que atraviesa Jalisco. 

Durante su gestión, dice, ha encontrado en estos grupos un respaldo que considera invaluable. Los colectivos, históricamente críticos ante la falta de resultados institucionales, le han otorgado un voto de confianza que él mismo subraya como un logro y agradece.

¿Cómo está siendo su relación con los colectivos de búsqueda?

“Para nosotros es importante escuchar sus inquietudes. Hemos tenido comunicación con la mayoría, si no es que con todos los colectivos, con esa apertura de escucharlos. 
"A veces hay que explicarles que hay cosas que salen del ámbito de Ciencias Forenses, cuestiones legales, ¿no? Pero siempre se les dará la orientación. 
"La idea es de apertura, de saber qué es lo que ellos buscan, los temas que traen como colectivos, atenderlos. 
"Hacer énfasis también a toda la población en general, porque a veces —te lo digo porque siendo director del Servicio Médico Forense anteriormente— alguna persona me llegó a decir: ‘Oiga, hablaba y dice, sí me van a atender, es que yo no pertenezco a un colectivo’. 'No, señora, a usted se le va a atender igual, sea o no parte de un colectivo'. 
"Los colectivos obviamente apoyan mucho a las personas que pertenecen, y qué bueno: la sociedad se tiene que organizar y luchar por sus derechos, y eso me parece correcto. Pero nosotros no vamos a dejar de atender con toda esa integridad a cualquier persona. 
"Creo que tenemos buena relación. Agradezco a los colectivos que nos han dejado en este tiempo ese voto de confianza. Sé que tienen que observarnos, porque de eso es parte también su trabajo. La idea es hacer un corte desde que yo inicio en marzo y decir: seis meses ya completamos, vengan representantes de los colectivos y dialoguemos. Dígannos cómo vamos, si hay algo que mejorar estamos para escucharlos, buscar qué podemos hacer y atenderlo. 
"Y nosotros explicarles lo que estamos haciendo. Creo que el diálogo es una base importante para que los servidores públicos demos un mejor servicio a la sociedad”, comenta Rivera.

Al hablar de los retos, tiene dos claros: recuperar el prestigio de la institución para que vuelva a ser un referente no solo nacional, sino internacional, y mejorar las condiciones laborales de sus compañeros, con la convicción de que dignificar su trabajo es parte esencial del fortalecimiento institucional. 

Su meta, asegura, es culminar la gestión con resultados sólidos que pueda entregar al gobernador de Jalisco.

El director del IJCF, Axel Rivera Martínez, reconoce la magnitud de la responsabilidad que ostenta y tiene propuesta clara para salir de la crisis forense
También el parque vehicular fue renovado con una inversión de 21 millones de pesos (Foto: Fernando Carranza)

—¿Cuáles considera que son los retos? ¿Cómo le gustaría terminar su gestión?—

“Mi reto es, por supuesto, mejorar toda la respuesta que tenemos en identificación humana, entregar la mayor cantidad posible de cuerpos a sus familiares, disminuir el número de cuerpos que están en resguardo en los centros forenses de todo el estado. 
"Pero también es muy importante mejorar la respuesta que estamos dando en las demás áreas forenses. Incluye cosas que a veces la gente no se imagina: tenemos contadores, arquitectos, veterinarios, psicólogos, psiquiatras… aparte de los criminalistas —que son los más visibles porque los ven en la calle— o los médicos forenses, que están presentes en la pérdida de vidas y siempre será lo más sensible. 
"Quiero que todos esos expertos de diferentes áreas de la ciencia también den una gran respuesta a la sociedad, aunque no sea tan visible. 
"¿Cómo quiero llegar a concluir la administración? Poder decirle al gobernador que me dio la oportunidad de estar aquí al frente de esta institución: quedó encaminada, se hicieron las cosas bien, mejoramos las condiciones del instituto. 
"Él está muy interesado en el instituto; también se está dignificando y mejorando las condiciones de mis compañeros, que son los que todos los días, 24 horas, los 365 días del año, están trabajando: yendo a lugares, explorando terrenos, revisando expedientes, acudiendo a audiencias de juicio oral, haciendo una autopsia… multitud de cosas que hacen con mucho corazón, pero que también deben reflejarse en un mejor bienestar como personas. 
"Que la sociedad al final diga: ‘¿Sabe qué? Ciencias Forenses otra vez es referente a nivel nacional e internacional para cosas buenas, no para temas malos’. Que sea un buen referente, que esté proyectando, que esté haciendo las cosas bien. Y que quien tome las riendas terminando yo mi administración, al final de este sexenio, diga: vamos a avanzar en lugar de tener que corregir”, reconoce Rivera Martínez.

Justicia que busca no sólo Rivera sino miles de familias

Finalmente, Rivera Martínez concluye con un mensaje que suena más a promesa: “El instituto está para servir a la sociedad. Queremos que la gente sepa qué hacemos y cómo lo hacemos, que haya apertura para resolver dudas con la verdad. Buscamos justicia, buscamos la verdad, y lucharemos para que las familias puedan tener a su familiar de regreso, aunque sea en un panteón, o para que al ciudadano se le haga justicia en un juzgado. Ese es el trabajo real de Ciencias Forenses”.

En el silencio de la oficina, el búho parece observarlo con la misma exigencia que las mantas colgadas afuera del edificio: convertir un instituto señalado por la crisis en un referente de verdad y justicia.

OV

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