La ‘tierra’ volverá a ganar las elecciones en Nuevo León aunque queramos engañarnos con fantasías digitales para novatos. Así nomás, sin darle tanta vuelta, y los principales actores políticos lo saben y se están volviendo locos por dominar cada cuadrícula del área metropolitana. Piensa en Adrián vs Samuel y en Colosio vs Paco ¿Qué le falta a cada uno para respirar tranquilos?
Hoy, la obsesión de los operadores redunda en negociaciones callejeras para que sus líderes, coordinadores y cuadros a todos los niveles se mantengan a raya y fieles al color que los reclutó hace tiempo. ¿Son de confiar? Pregunta del millón y cada equipo se está esforzando por determinar el número más preciso posible de apoyo electoral que tendrán el próximo 6 de junio
Y te describo esta coyuntura porque la mayoría nos vamos con la finta de lo que vemos en las redes y el impacto digital que algunos candidatos están teniendo para imponer un apellido sobre otro. Misma distorsión que generan las encuestas (lo expliqué la editorial anterior) al empujarnos inconscientemente a elegir por el nombre que, creemos, la mayoría votará pero que no (necesariamente) representa una radiografía exacta de la realidad.
Tan engañoso es el perfil del votante en redes sociales que los candidatos a la gubernatura generan la mayoría de sus interacciones en otros países ¿cómo? Sí, aunque no lo creas, los mensajes que lees en Facebook, Instagram y twitter vienen de España, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Israel y hasta Emiratos Árabes para inundar los debates, las encuestas en tuiter y todo tipo de interacciones que a diario leemos entre lluvias de likes y mensajes polarizantes. Todas métricas identificadas por softwares especializados a la que nosotros no tenemos acceso y que nos alejan de conocer el perfil verdadero de quienes vemos interactuar en nuestros celulares.
Método que sirve para esta etapa de formación de opinión pública donde las denominadas ‘granjas de bots’ establecen la noción de que miles aman u odian a un determinado candidato o que arrasan en las encuestas en tuiter cuando alguien nos consulta sobre nuestra intención de voto. ¿A poco no te diste cuenta? Checa la relación bizarra que hay entre cuentas personales muy pequeñas pero con cientos de miles de interacciones diarias y algo no cuadra.
¿Qué te estoy queriendo explicar? Cada jefe de campaña invierte millones de pesos en estas estructuras digitales para orientar y maquillar la percepción que su candidato debiera tener en la ciudad. Pero es una construcción irreal y secundaria de lo que verdaderamente se respira en las calles y que se opera de una manera muy diferente.
Y allí, es a donde se orienta todo lo que ocurre (hoy) en Nuevo León con operadores en cada distrito intentando vulnerar voluntades a como de lugar. ¿Ejemplos? Colosio tiene un gran caudal en redes pero flaquea en la operación diaria. Sabe que Felipe de Jesús (ex PAN / Morena) le restará votos y su estructura tampoco sumará al naranja. Enfrente tiene a Cienfuegos con la mayoría de los cuadros ya legitimados y la opción de Luis es dispersar a sus coordinadores en decenas de zonas para convencer a los líderes rivales de cambiarse de bando ofreciendo hasta 50 mil pesos por la decisión. Cada líder puede acarrear hasta quince mil votos genuinos y que impactan en una votación mucho más que los ‘likes’ de Facebook.
Esa es la fórmula y dominarla le ha llevado décadas a la mayoría de los caciques políticos de Nuevo león. Cada cuadricula, cada esquina, cada cerro, cada calle tiene un INE y una organización para que el dia D todo se maquile de una manera aceitada.
¿Quieres entender mejor esta película? Entra a internet e investiga la población total en cada municipio, luego checa los padrones y los cientos de miles que están habilitados para votar. Quítale los que se quedan en casa, suma porcentajes del voto duro y entenderás que hay un número mágico al que cada candidato aspira a llegar.
Cuenta regresiva. Hora del voto verdadero y muy lejos de las chingaderas que tanto tiempo nos quitan en las redes sociales. ¿Quiénes son los verdaderos favoritos? Te sorprenderías…
Santiago Fourcade