“Estabilizar la verdad es el principio de la reparación”. Con esta frase Sasha Sokol cierra el comunicado emitido el día de ayer después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación negó amparar a quien abusó de ella cuando era una niña.
No fue hace cuatro décadas que la actriz acusó a Luis de Llano Macedo por el daño causado, sino hace apenas tres años. La fecha y también la razón por la que ella acudió ante la justicia son parte central de este caso.
En marzo de 2022 Sasha reventó frente a la frivolidad con la que el abusador solía explicar su crimen. Entrevistado por Yordi Rosado, Luis de Llano admitió que había tenido un romance con Sasha y luego añadió: “Me enamoré y me mandó al demonio … fue muy simple”.
¿Muy simple? Omitiendo que entonces la víctima tenía 14 años y él 39, De Llano remató: “¿Qué esperaban todas las niñas? Una suerte de imagen paterna”.
Ante la tremenda inconsciencia de este sujeto, Sokol respondió en sus redes sociales: “Tu insistencia en presentar lo que sucedió como un romance me revictimiza. Fue un abuso. Luis, fuiste un adulto en posición de poder sobre mí”.
La valentía de Sasha merece reconocerse. La tentación de la víctima para dejar el pasado atrás suele ser mayor al deseo de enfrentar el desgaste emocional que implica combatir a los demonios. Sin embargo, descontando que su denuncia colocaría su intimidad en boca de muchos, ella optó por atajar el daño causado y también la impunidad del abusador —afirma Sasha— porque su caso debía servir para que tantas otras mujeres que han experimentado situaciones similares tengan a la justicia de su lado.
¿Qué dijo en concreto la Corte el día de ayer? Que el abuso de menores es un hecho cuyas consecuencias prevalecen a lo largo de la vida. Es decir, que el acto no prescribe ya que el daño es duradero. No es por tanto relevante cuánto tarde la víctima en denunciar el abuso.
Una vez estabilizada la verdad, a De Llano no le quedará de otra que pedir una disculpa pública y luego cerrar la boca cada vez que quiera colorear con su discurso machista el daño causado. También habrá de indemnizar a Sasha por tan dolorosa experiencia.
“Llevar las cosas hasta aquí me ha devuelto la capacidad de acción. Hoy tengo en mis manos las riendas de mi vida y puedo cuidarme”, afirma ella.
Zoom: Gracias a la estatura moral y a su coraje, Sasha entregó control sobre sus respectivas vidas a tantas otras víctimas de la arbitrariedad.