Tan solo para la población mexiquense en 2012 del total de defunciones registradas (72 mil 001), de acuerdo a los datos de INEGI, 12. 1 por ciento se debieron a algún tumor (8 mil 733), de las cuales 93.6 por ciento (8 mil 178) por neoplacias malignas.
La relevancia en el comportamiento de la mortalidad por cáncer en los últimos diez años para México, además de mostrar una tendencia creciente y acelerada, de casi 20 por ciento entre 2004 y 2013, pasando de 64 mil 333 a 78 mil 582 respectivamente, está en que más de 30 por ciento de éstas muertes se trataban de tumores prevenibles o curables.
En todo el mundo, más de 7.6 millones de defunciones son atribuidas a algún tipo de cáncer. Este año, la ONU plantea el tema 2016 "Nosotros podemos. Yo puedo", en el marco del Día Mundial contra el Cáncer, conmemorado cada 4 de febrero.
Para la próximas dos décadas la estimación de personas con cáncer que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) asciende a 22 millones de nuevos casos. Hasta 2012 este repunte fue de 14 millones provocando más de 8.2 millones de muertes.
Para la región de las Américas se registraron 2.8 millones de estos casos nuevos, generándose 1.3 millones de muertes. Más de 30 por ciento de las muertes por cáncer son debidas a cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos: 1) índice de masa corporal elevado, 2) ingesta reducida de frutas y verduras, 3) falta de actividad física, 4) consumo de tabaco y 5) consumo de alcohol.
Ante este panorama, es importante señalar que el consumo de tabaco es considerado el factor de riesgo más importante, siendo la causa de más de 20 por ciento de las muertes a nivel mundial por cáncer en general y alrededor de 70 por ciento de las muertes mundiales por cáncer de pulmón.
De aquí que sea necesario contar con la infraestructura médica necesaria para crear una red de servicios hospitalarios que brinde tratamientos integrales en materia oncológica y complementen las campañas de información y prevención que desemboquen en una correcta detección del padecimiento. Esa debe ser la apuesta.
Las dietas ricas en frutas y hortalizas pueden tener un efecto de protección hacia diferentes tipos de cáncer, por ejemplo, evitar el consumo excesivo de las carnes rojas y en conserva disminuye los riesgos de contraer cáncer colorrectal. El consumo de alcohol, debe considerarse que también está asociado al desarrollo de cáncer en la boca, faringe, laringe, esófago, hígado, colon y recto, y mama. ¡Hagámoslo un hábito, sí se puede!