Un astro de la categoría de Lionel Messi se merecía un gran final por su trayectoria en el FC Barcelona y no este triste desenlace.
Cuando hay voluntad siempre hay un camino y el jugador la mostró.
Parece que la responsabilidad recae en el Club, a pesar de querer señalar a la Liga española y las reglas de tope salarial conforme a ingresos de la Primera División ibérica.
Siempre hay alternativas, entre las cuales pudieran haberse planteado:
-Una opción de segundo año unilateral para el jugador a un valor que compensará el año uno, ajustado al tope salarial.
-Un contrato futuro como dirigente deportivo, una concesión, licencia o cualquier otra alternativa hubiera sido válida para que Leo se despidiera del Camp Nou como se debe.
Sin embargo, trascendió que Jorge Messi -padre y representante de Leo- y un dirigente terminaron en malos términos rompiendo toda posibilidad.
Llegué a Barcelona en 2006 y vi desde la tribuna al nuevo fenómeno del balompié mundial: Leo Messi.
Un chico sencillo que apuntaba al cielo con el dorsal 30 y luego el 19.
Por ello es de las pocas fotos y autógrafos que tengo con un futbolista; todo indicaba sería la próxima gran figura del futbol mundial.
(Para mí, como profesional de la industria del deporte, los atletas son personas normales, tales como nosotros).
Los números no mienten y si bien el Club lo mantuvo muchos años como el deportista mejor pagado del mundo, Messi hizo tanto por Cataluña y el Barça, que su aporte seguirá teniendo un impacto económico positivo para la ciudad y el club en los próximos años.
Jaime Rascón
Twitter: @jaimerascon