Un servidor como policy maker, y más específicamente estudioso de la escuela Aguileriana, parte de la idea que la legitimidad de los gobernantes en el siglo XXI no se da a partir de su proceso de elección; ese es un tema del siglo pasado.
La verdadera legitimidad del gobernante actual se genera a partir de los resultados en el ejercicio de su propio gobierno.
En otras palabras, la legitimidad se gana o pierde según la aprobación de sus gobernados respecto de qué tanto pudo o no resolver los problemas públicos más sentidos de sus ciudadanos.
En el ámbito de la ciencia política se advierte que la mejor encuesta ciudadana respecto de sus gobernantes se da el día de la elección. Empero, no hay que ser tan drásticos; se puede ir midiendo la aceptación de los gobernantes durante todo su ejercicio.
En este sentido, existen estudios de opinión serios de empresas que, como Mitofsky, de manera constante miden la aprobación ciudadana de los 150 mejores presidentes y presidentas municipales de México.
Respecto del ejercicio más reciente, me llamó mucho la atención que se ubicara a Salvador Zamora, actual presidente de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco dentro del top ten de los alcaldes mejor evaluados en el país.
Al hacer un zoom en el estudio, se ubica que Zamora resulta ser el munícipe mejor evaluado de Jalisco, y en relación con los y las alcaldes de su partido, Movimiento Ciudadano, también.
En cuanto a esto último, créame no es cosa menor, si tomamos en cuenta que Zamora se ubica por encima de alcaldes de ciudades capitales que cuentan con un superior presupuesto público y estructura burocrática.
Si bien se sabe que Zamora tiene carisma, comunica y conecta sin problema arriba y abajo, me pongo a reflexionar:
¿ese carisma le alcanza para estar entre los diez mejores alcaldes de México?
La respuesta inmediata es no, claro que influye, pero en realidad lo que mantiene y eleva a los niveles de aprobación, tiene que ver más con los resultados positivos en su ejercicio de gobierno. A continuación, enlisto los que considero más significativos:
1. Su sistema de videovigilancia es el más moderno y efectivo del país (el C4). En cinco años ha recuperado más de 5 mil vehículos robados en la metrópoli.
2. Desde la llegada de la pandemia de covid-19, ha generado proporcionalmente más empleo formal en la ciudad.
3. En cinco años, según INEGI, su economía creció en 136%.
4. Su sistema de mejora regulatoria es reconocido por la revista Alcaldes de México como el mejor en el país.
5. En cinco años, pasó de 11 a 35 parques industriales.
6. Cuentan con el mejor catastro a nivel nacional de acuerdo a Banobras y a la Sedatu.
7. El municipio mantiene la certificación ISO 9001: 2015 en Sistemas de Gestión de Calidad y es el único municipio en México con la certificación ISO37001:2016 Sistema de Gestión Antisoborno.
8. Durante cinco años consecutivos ha sido el municipio más transparente de todo México.
9. Es el primer municipio que cuenta con todas las certificaciones emitidas por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria
10. Es el único municipio mexicano que tiene participación en el Congreso Internacional del CLAD, como el encuentro internacional de mayor prestigio en el habla hispana en el área de gestión y políticas públicas.
Por lo anterior, solo resta felicitar a Salvador Zamora y a su equipo de trabajo por su merecido reconocimiento. Sin lugar a duda, Tlajomulco, ejemplo de buen gobierno.