Santander experimentó una enorme caída en las utilidades en el primer trimestre y reservó mil 600 millones de euros adicionales para hacer frente al esperado aumento en las pérdidas de préstamos mientras el banco minorista más grande de la zona euro se prepara para una “fuerte recesión global” causada por el coronavirus.
Santander señaló ayer que las utilidades netas cayeron 82 por ciento año con año durante el primer trimestre gracias a un aumento de 80 por ciento en las provisiones por préstamos incobrables.
Aunque el banco español solo sintió un “impacto relativamente limitado” por la pandemia en los primeros tres meses del año, su negocio de préstamos se transformó desde que terminó el periodo de informes.
En Reino Unido y España, por ejemplo, las nuevas solicitudes de préstamos al consumidor fueron 70 por ciento más bajas en abril en comparación con febrero, mientras que los préstamos a empresas se duplicaron, y el banco se unió a los programas de rescate del gobierno en varios mercados.
José Antonio Álvarez, director ejecutivo de Santander, dijo que se siente optimista de que la economía mundial se va a recuperar relativamente rápido.
El banco se blinda con 1,600 mde
Aunque Santander no quiso dar detalles de cómo se desglosa su “cobertura” de préstamos incobrables de mil 600 millones de euros en los diferente países en los que opera, dijo que espera ver más tensión en los préstamos a pequeñas empresas y créditos de consumo sin garantía, en comparación con sus operaciones de hipotecas y financiamiento automotriz.
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