La ciudad de San Antonio hace tiempo dejó de ser solamente un destino de compras, para estar por posicionarse como la capital gastronómica de Texas, además de tener una importante oferta de arte y turística.
Para estas vacaciones de fin de año, una visita a esta ciudad histórica donde se peleó la batalla del Álamo y cuna de la cocina Tex-Mex vale mucho el viaje.
San Antonio, a diferencia de muchas metrópolis estadunidenses, tiene una personalidad muy particular muy cercana a los mexicanos, por su geografía, muy cerca de la frontera, y por su historia, y eso hace que nos sintamos un poco en casa: gente muy amable, casi todos hablan español, o hacen un esfuerzo por hablarlo, y una cocina que abraza con sus sabores.

5 experiencias de sabor
Pearl
La cervecería Pearl nació en este espacio a finales del siglo XIX, a la orilla del río; cerró sus puertas en 2001, y cinco años después inició el camino hasta convertirse en un desarrollo urbano y gastronómico, que hospeda The Culinary Institute of America, departamentos habitación, comercios, restaurantes y oficinas.
El Culinary Institute of America es una institución de educación culinaria en Estados Unidos, fundada en 1946. El Campus de San Antonio ofrece un enfoque en la cocina latina. Aquí hay programas de licenciatura, maestría y otros cursos.
Los alrededor de 25 diferentes restaurantes de Pearl son todos de autor; aquí no hay cadenas, todo es auténtico. En una especie de food court, Food Hall at Bottling, Pearl da entrada a nuevas propuestas gastronómicas para que “ensayen” su concepto, para luego poner su restaurante ahí o en otro sitio.

Botika
Es uno de los favoritos de Pearl, del chef Gerónimo López. La cocina es una fusión peruana-asiática, y es una experiencia al paladar que vale mucho la pena probar. El chef es venezolano y tiene más de 20 años de trayectoria en la cocina en varias partes del mundo, como Eslovenia, Dubrovnik, Croacia, Francia y México.
Desde la apertura de Botika en 2016, ha recibido varios reconocimientos y muy buenas reseñas; recientemente fue nombrado por el San Antonio Express News como el Mejor Restaurante en Pearl según sus lectores
Prácticamente cualquiera de las opciones en el menú son recomendables; si tuviera que elegir tres platillos serían: la ensalada de papaya verde, con zanahoria, cacahuates y hierbas finas con limón y chile; el cebiche Caribe no puede faltar; y los noodles de short rib. Y de postre, los Tequeños de chocolate oscuro; irresistibles.
Re:Rooted 210
La sommelier Jennifer Beckmann llegó de Chicago a San Antonio en 2009, para trabajar en la industria vinícola texana, una que incluso ella pensó que no era de buena calidad, hasta que conoció Fredericksburg, la región de viñedos a una hora de San Antonio.
De ahí provienen las uvas de sus vinos que son envasados de manera artesanal en botellas recicladas. La sala de degustación es un pequeño y agradable espacio, donde se sirven las botellas de vino a la vista del comprador en dispensadores como los que normalmente se usan para servir la cerveza de barril.
También hay mesas dispuestas para sentarse a tomar una copa acompañada de una tabla de quesos y carnes frías para acompañar.
Tienen dos vinos blancos: 2019 Ghost Tracks (45% Albarino, 45% Sauvignon Blanc y 10% Fiano), y 2019 Cable Cars (55% Roussanne y 45% Viognier); un rosado, 2019 San Antonio Rosé (90% Sangiovese y 10% Cinsaut).
En tintos hay más opciones: Riverwalk Red (NV) (90% Sangiovese and 10% Cabernet Sauvignon); 2018 Carignan; 2017 Malbec, y 2018 Cabernet Sauvignon.
Es un gran plan venir a probar unos vinos; hay posibilidad de pedir degustación, una copa de cada uno, mientras te dan una corta explicación de cada uno de los vinos que sirven.
Domingo
En el hotel Canopy by Hilton San Antonio Riverwalk se encuentra el restaurante Domingo, a cargo del chef José Antonio Treviño. El lugar es perfecto para un desayuno o brunch dominguero, o cualquier día de la semana, ya sea en el interior o en la terraza que da al río, uno de los lugares más icónicos de San Antonio.
El menú va a resultar bastante familiar para los mexicanos, está compuesto de Breakfast burrito, tacos de huevos revueltos con chorizo y tocino, avocado toast o una tinga de pollo. Todo está delicioso, pero el rey de la mañana es el Churro Waffle, literalmente un churro hecho waffle, con canela, jarabe de cajeta, fresas y crema batida, ¡es una bomba! Una gran bomba que hay que probar.

El restaurante también ofrece cenas con platillos más sofisticados, pero igual de sabrosos y bien conocidos por nosotros, como los taquitos de Wagyu, el coctel mexicano de camarones, un clásico elote con mayonesa, queso y chile piquín, o las enchiladas verdes de pollo.
Arriba del restaurante a partir de las 4 de la tarde abre Otro bar, con una vista muy linda al río, donde se sirven cocteles para todos los gustos acompañados de botanitas muy mexicanas.
Alamo Beer Company
Muy cerca del centro de la ciudad se encuentra esta cervecería artesanal, en donde se fabrican siete tipos de cervezas, dos de temporada y algunos refrescos.
Los sabores y tipos de sus bebidas son muy variados, y se hacen todos los días en sus cervecería, y las etiquetas de sus botellas y latas son verdaderamente creativas.
Además de la fábrica, tiene ahí dos espacios grandes, uno interior y una terraza, que los fines de semana se llena de familias que van a disfrutar de unas cervezas, refrescos y carne asada (barbecue), hamburguesas y otras delicias típicas.
Alamo fue fundada en 2014 por Eugene Simor, quien trajo su pasión por las cervezas locales a San Antonio.
CAVS