La Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California llevó a cabo la destrucción de mil 311 máquinas tragamonedas decomisadas como parte de la jornada de combate a la corrupción de menores en materia de adicción a las apuestas.
Éste fue el segundo evento de destrucción de mini casinos en seis meses, el primero ocurrió en enero de este año, en el que se demolieron 317 máquinas, que suma un total de mil 628 unidades destruidas.
En una ceremonia que contó con la presencia del gobernador, Jaime Bonilla, se realizó la destrucción en el exterior del edificio del centro de gobierno del estado, en Tijuana, el martes.
El fiscal general de Baja California, Juan Guillermo Ruíz Hernández, señaló que estas acciones son parte de la estrategia para la prevención de delitos, ejecutada entre las fiscalías regionales y la guardia estatal de investigación, a través de operativos implementados en las cinco ciudades del estado.
“Lo importante y lo simbólico de esto es que son lugares y núcleos de narcomenudeo que pervierten a nuestros jóvenes”, dijo el gobernador Bonilla Valdéz.
Baja California es la primera entidad que legisla en contra de la operación en contra de máquinas tragamonedas que funcionaban de manera clandestina. En noviembre de 2019 se reformó el artículo 261 del Código Penal con el objetivo de endurecer las penas contra quien obligue, procure, facilite o induzca a la corrupción de menores, y en caso de que llegase a ocurrir, se le aplicará de uno a cinco años de prisión y de 100 a 300 días multa.
LP
