En el futbol americano, la palabra “repetir” suele ser un mantra de los campeones. Para los equipos que acaban de saborear la gloria del Super Bowl, es el objetivo claro, el deseo ferviente de replicar el éxito logrado cada febrero, y que bien puede entenderse también en otros deportes.
Sin embargo, para Nick Sirianni, el head coach de los Philadelphia Eagles, esta palabra carece de sentido. Para él y su equipo, no se trata de “repetir”un campeonato, sino de emprender un ascenso nuevo y más desafiante. Se trata de escalar una “montaña diferente”, con nuevos senderos, desafíos y puntos de apoyo que exigen una concentración total para conseguirlo.
Esta mentalidad es una mezcla entre la obsesión por los detalles y una competencia insaciable, y también ha sido el motor detrás del notable éxito de Sirianni. En solo cuatro temporadas, ha guiado a los Eagles a dos apariciones en el Super Bowl, logrando su segundo campeonato en la historia de la franquicia el 9 de febrero, cuando triunfaron 40-22 ante Kansas City Chiefs en el Caesars Superdome de Nueva Orleans. Con un enfoque maduro, que le ha valido un nuevo contrato, Sirianni es un testimonio de su capacidad para adaptarse y evolucionar, un rasgo que será crucial para la temporada 2025, en la que volver a alzar el trofeo Vince Lombardi es un deseo… pero no uno que puede comenzar con base en lo hecho en 2024.
La evolución de Sirianni: de la pasión a la mesura
El estilo de Sirianni, en sus inicios, era conocido por su pasión desbordada y sus travesuras en la banda. Un reflejo de su época como receptor abierto de la División III en Mount Union, en la que su competitividad era contagiosa, pero a veces también un distractor. Sin embargo, en 2024, su evolución fue evidente. Como señaló Jeffrey Lurie, dueño de los Eagles, Sirianni encontró un punto óptimo entre su carácter y su liderazgo: una disposición que gestiona las decisiones con convicción y las emociones con la debida mesura.
Un ejemplo perfecto de esta madurez fue la audaz decisión de autorizar ‘La Daga’, aquel pase a profundidad de Jalen Hurts a DeVonta Smith en el Super Bowl LIX que no solo dejó enloquecidos a los aficionados en el estadio, también selló la victoria. Esta capacidad para tomar decisiones cruciales bajo presión, mientras canaliza su pasión de manera productiva, es la clave de su liderazgo. Ha aprendido a perfeccionar su obsesión por los detalles, convirtiéndola en una ventaja competitiva.
Sirianni comparó este proceso con un partido de basquetbol improvisado. “No ganas un juego de basquetbol improvisado y dices: ‘ok, estoy satisfecho’. No, piensas: Regresa. Juguemos otra vez’”, dijo durante los campamentos de entrenamiento en este verano. Es esta mentalidad de mejora continua, de pulir los compases y lanzar los instrumentos al aire de nuevo, lo que impulsa al equipo. Es una comprensión de que cada nuevo partido es una experiencia única, que nada es idéntico al pasado y tienes que avanzar y enfocarte en el ahora.
El colapso de 2023, en la que el equipo tuvo un brillante inicio de 10-1 y solo ganaron uno de los siguientes siete juegos, incluida su eliminación en la ronda de comodines ante Tampa Bay Buccaneers por 32-9, se debe en parte a la obstinación y al estancamiento ofensivo, lo que derivó en una lección valiosa para Sirianni.

Su posterior evolución, al contratar a Kellen Moore como coordinador y reducir su control sobre la ofensiva, fue el catalizador del éxito conseguido en 2024. Ahora, con la salida de Moore a New Orleans Saints como HC y con Kevin Patullo asumiendo el rol de coordinador ofensivo, el desafío es continuar con esta adaptación. Para ello, Sirianni debe gestionar a su asistente de toda la vida para evitar el estancamiento y mantener la ofensiva fresca y dinámica.
Un arsenal ofensivo de élite
De cara a la temporada de 2025, la ofensiva de los Eagles se perfila como una de las más potentes de la NFL. Con el guardia derecho como único titular nuevo (la competencia está entre Tyler Steen, Matt Pryor, Kenyon Green y Trevor Keegan), la unidad cuenta con una envidiable línea ofensiva repleta de Pro Bowls en Lane Johnson, Jordan Mailata, Landon Dickerson y Cam Jurens. El corredor Saquon Barkley, de 28 años y en su segunda temporada con los Eagles, se presenta como un arma formidable para el nuevo coordinador ofensivo, Kevin Patullo, quien tratará de sacarle todo el jugo posible al mejor jugador de la actualidad con la mejor línea ofensiva de hoy en día.
La decisión de Kellen Moore en 2024 de correr el balón más veces por partido que cualquier otro equipo de los Eagles desde 1978 demostró ser un factor crucial para conquistar el trofeo Vince Lombardi. El dominio que generó esta estrategia, utilizando a Barkley y a Jalen Hurts en opciones de lectura de zona y RPO (run-pass option u opción de carrera y pase), obligó a las defensas rivales a adoptar tácticas que Hurts explotó con un ataque aéreo conservador, pero efectivo. La pregunta ahora es si Patullo se desviará de este enfoque y qué nuevos conceptos introducirá para mantener la ofensiva actualizada e impredecible para el resto de la Liga.
Con un ataque aéreo que incluye al actual MVP del Super Bowl, Jalen Hurts, junto a estrellas como A.J. Brown, DeVonta Smith y Dallas Goedert, la ofensiva de los Eagles está en una posición inmejorable para prosperar. Sirianni ha buscado infundir nuevas ideas al contratar a talentos externos como el coordinador de juego aéreo Parks Frazier y el entrenador de mariscales de campo Scot Loeffler. A pesar de su larga colaboración, Sirianni confía en la capacidad de Patullo para adaptarse.
“Aunque llevo ocho años con él, no todas sus ideas han calado. Y ahora es capaz de hacerlas fluir. Y muchas tienen muy buena pinta”, le dijo a los medios de comunicación durante la pretemporada, todavía en curso.

La defensa es consistencia y desarrollo de jóvenes
A diferencia de la naturaleza cíclica de su cuerpo técnico ofensivo, Sirianni busca la consistencia en la filosofía defensiva. Con Vic Fangio de regreso para su segunda campaña como coordinador defensivo, el equipo espera mantener el impulso de la temporada 2024, clave para tener maniatado a todos los rivales en el curso regular, en playoffs y al propio Patrick Mahomes en el Super Bowl LIX.
La recuperación de la defensa bajo la dirección de Fangio fue un factor decisivo en el regreso de los Eagles a la prominencia. Una prueba de su éxito es que la defensa pasó de permitir la tercera mayor cantidad de pases de más de 15 yardas en 2023 a la menor cantidad en 2024, una mejora notable que fue crucial en su camino hacia el Super Bowl más reciente.
A pesar de la estabilidad en el liderazgo, el equipo enfrenta el desafío de cubrir vacantes críticas en posiciones clave como esquinero, profundo, tackle defensivo y apoyador, especialmente con el cronograma de recuperación de Nakobe Dean, uno de los grandes ausentes en la postemporada. Fangio comenzó a experimentar en la secundaria durante las actividades organizadas del equipo, probando a Cooper DeJean como ‘nickel’ y también como cornerback o safety en paquetes base, confiando en los buenos dotes que mostró durante su campaña de novato y con aquella intercepción a Mahomes que prácticamente determinó el rumbo del SB LIX.
Con los tres partidos de pretemporada como parte de su preparación, Fangio tendrá la oportunidad de definir quiénes serán los titulares entre los candidatos, con Sydney Brown, Tristin McCollum y Drew Mukuba en la posición de safety y Kelee Ringo, Adoree' Jackson y Mac McWilliams como cornerbacks.
La fortaleza de la defensa dependerá en gran medida de la salud y el desarrollo de sus jóvenes talentos. Jugadores como el linebacker de primera ronda Jihaad Campbell, que se recupera de una cirugía de labrum, son cruciales para el futuro del equipo.
Liderazgo y motivación, o correr cada milla que les toca
El retiro de Brandon Graham marcó la salida de otro capitán y figura clave de la franquicia. Ante este vacío de liderazgo veterano, Sirianni promueve un modelo de liderazgo basado en jugadores. Jóvenes estrellas como Jalen Carter y Nolan Smith, ambos elegidos con selecciones de primera ronda, están llamados a asumir este rol y mantener el nivel de sus predecesores. La pregunta es cómo Sirianni supervisará su desarrollo y fomentará sus motivaciones individuales.
La respuesta reside en la mentalidad que Sirianni ha cultivado. Durante las actividades organizadas del equipo, un ex jugador que ya había ganado un Super Bowl (a quien no nombró, pero solo dijo que no jugó en Filadelfia), compartió una perspectiva que resonó profundamente en el coach. El jugador anónimo dijo que, después de ganar, su siguiente motivación era ganar para todos los nuevos entrenadores y jugadores que no habían experimentado esa gloria.
Sirianni evita la palabra “repetir” precisamente por este motivo. Para una parte considerable del equipo y el cuerpo técnico, esa palabra es inútil. Se trata de esa “montaña diferente”, un viaje que emprenden juntos, sin mirar hacia atrás. Sirianni se motiva con quienes corren a su lado, con aquellos que aún no han sentido la emoción de levantar el trofeo Vince Lombardi.
Citando un libro de “sabiduría diaria” que le sugirió su coordinador del juego de pases defensivos, Christian Parker, Sirianni cree la importancia de “correr la milla que les toca”, como hacen los corredores de maratón. No piensan en las millas que han recorrido ni en las que les quedan por recorrer. Se concentran en el momento presente, en dar lo mejor de sí en esa milla específica.

Esta es la mentalidad que Sirianni busca inculcar: un compromiso con el presente, un enfoque en el esfuerzo del día a día, con un objetivo en común: ganar para aquellos que aún no han experimentado la gloria del Super Bowl. “Eso es algo que siempre me motivará”, dijo Sirianni, “es intentar lograr lo mejor para todos en nuestro equipo de futbol americano y para aquellos chicos que no experimentaron lo que tuvimos el año pasado, para que puedan experimentarlo”. En este nuevo ascenso, no se trata de una repetición, sino de la búsqueda de una nueva victoria, impulsada por la esperanza de la gloria compartida.
Con un equipo que tiene a un quarterback que no ha mostrado más que madurez y que tiene credenciales para reclamar uno de los mejores de la NFL y, probablemente, el mejor de la NFC en la actualidad, junto a una de las mejores duplas de receptores, un ala cerrada eficiente, la mejor línea ofensiva de la Liga y una defensiva de miedo, los Philadelphia Eagles buscan escalar esa “montaña diferente”.
MGC