Con la casi anulación del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE), en este sexenio se construyó prácticamente nada a manos de organizaciones de la sociedad civil (OSC). Con los 20 millones que dejó Frausto para su operación, en nada se avanzó en seis años aunque el dispendio en el proyecto de Los Pinos (que seguimos sin saber bien a bien qué es) continuó inexorable con subejercicios que, se dice, se desviaron a la construcción del Tren Maya. Sea verdad o no, la ausencia de vigilancia empujó al máximo mando de la cultura de México a decidir dónde era una “robadera” y qué se debía exprimir de la exigua naranja del presupuesto para que quedara para los megaproyectos, siempre criminalizando a las OSC, cuyo delito suele ser que hacen rendir un peso en tres.
Si recordamos que antes de mocharle 580 millones de pesos al PAICE se construyó, por ejemplo, el primer centro cultural dedicado en exclusiva para infancias La Titería (que estará cumpliendo 10 años desde que recibieron en comodato el terreno en Coyoacán y empezaron con una carpa y hoy goza de envidiables instalaciones para atender a infancias y adultos), veremos que no hubo ni desperdicio ni robadera y sí en cambio un dinero perfectamente invertido en pro de la cultura de este país. Otro ejemplo maravilloso es el Teatro El Rino de San Luis Potosí, en donde el gobierno del estado puso el terreno y gracias al PAICE se construyó una de las mejores Cajas Negras de esa región del país que no sólo da funciones de su grupo fundador sino que recibe a compañías de toda la República. Decenas de proyectos de colectivos de las OSC han tenido que irse a dormir el sueño de los justos.
Proyectos como Casa Reforma, que recupera una casa del siglo XVII en pleno centro histórico de Guadalajara, en seis años del nuevo PAICE sólo recibió un millón 200 mil pesos, que evidentemente alcanzaron para un avance modesto, insuficiente.
Traspunte
Teatro
Caja Negra
Con lo que se gasta cada vez la señora secretaria en demostrarse a sí misma que su barco insignia de Cultura Comunitaria no es un fracaso en el Auditorio Nacional, alcanzaría para construir completito un Teatro Caja Negra en zonas vulnerables del país. Llevaríamos 10 teatros estupendos ahí donde hacen falta.