Cultura

“El fracaso forma parte de la vida”: Héctor Abad Faciolince

Literatura

El escritor colombiano presenta su libro más reciente: "Lo que fue presente (Diarios 1985-2006)". Hoy ofrecerá un Facebook Live con la librería Gandhi.

Tenía 13 años de edad cuando tomó la determinación de ser escritor. Hacia los 20 participó en talleres literarios, en México, por cierto, donde vivió alrededor de nueve meses en 1978, pero de esas experiencias no existe prueba alguna, porque su interés en escribir un diario llegó casi una década más tarde.

“En los diarios se ve que sigo siendo un aspirante a escritor muy angustiado, con muchos deseos de serlo, pero con mucha inseguridad de poderlo lograr: este es un diario, en buena medida, de fracasos, de fracasos porque no me publican, de fracasos con poemas y cuentos que no me gustan, de arrepentimientos, aunque también se nota cómo se superan escollos y van saliendo las cosas: el fracaso forma parte sustancial de la vida, la vida nunca es recta, es una cosa difícil”.

Es el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, quien habla del libro Lo que fue presente (Diarios 1985-2006), el acercamiento a la vida íntima del ser humano, pero al mismo tiempo a los recovecos del literato, las experiencias de la escritura, el enfrentamiento con el dolor, con el triunfo y con el fracaso.

“Los diarios íntimos casi siempre son obras póstumas: la viuda, los hijos, algún amigo, los transcriben, los censuran, los cortan, y los publican; a veces, los escritores dejan instrucciones para que sus diarios se publiquen 20 o 30 años después de la muerte. Algunos al final de su vida los destruyen y yo creo que quise evitar ese problema a mi esposa y a mis hijos. Ellos me dijeron: publícalos, que no los vamos a leer; mi esposa no gozó mucho su lectura, pero me dijo que los publicara.”

Héctor Abad Faciolince empezó a escribir su diario cuando contaba con 27 años de edad y los abandonó a los 48; en la actualidad cuenta con 61, en gran parte por ello decidió publicar esos textos, al final estaban escritos “por alguien que se llamaba como yo, sin ser exactamente yo”.

“Los escribí para salvarme a mí mismo, para conocerme a mí mismo, para no enloquecer, y pienso que ese ejercicio, cuando empecé a pasarlos en limpio me di cuenta, puede ser útil para personas que sufren con facetas de su vida de la que no están orgullosas y pueden ver cómo uno fracasa, uno se equivoca y se puede seguir adelante”, cuenta el escritor colombiano, quien la tarde de este lunes, a las 18 horas, hablará del libro en un Facebook Live con Librerías Gandhi.


La memoria de su padre

Hay una fecha fundamental en Lo que fue presente (Alfaguara, 2020): el 25 de agosto de 1987, aun cuando no haya nada escrito en esa fecha. Aquel fue el día en que asesinaron a su padre, el origen de una de las obras más importantes del colombiano, El olvido que seremos, y no sólo por el dolor que acompañó al suceso y a la ausencia, sino porque de ahí vino un compromiso que lo ha guiado todo este tiempo.

“Creer en lo que mi padre había dicho sobre mí: que yo podía ser un buen escritor, que aquello que escribía le gustaba a él… si esa iba a ser mi vida tenía el deber de hacerlo con mucho cuidado y no traicionar esa expectativa, esa esperanza, esa ilusión, que mi padre tenía en mí.”

De alguna manera ha logrado seguir en la escritura a pesar de los fracasos, de las fallas, de las imperfecciones, “gracias a la confianza que él me dio antes que lo mataran”; ya no siente el dolor como lo sentía durante los primeros años, la intensidad cambió.

“Cuando uno pone el dolor y el recuerdo, ya no siente el deber ni de recordar ni de estar triste. Escribir ese libro fue una gran liberación, porque podía olvidar y ser completamente feliz a ratos.”

A lo largo de 21 años, Héctor Abad Faciolince le dedicó parte de su tiempo a la escritura de un diario, pero advierte que eso se acabó, no habrá otro libro, porque hace muchos años que dejó de escribirlos, “ya no estoy tan interesado en mí mismo ni en la vida mía. Escribo otras cosas”. En gran parte de ahí viene el título: lo que fue presente ahora ya no le interesa.

La importancia del fracaso

Héctor Abad Faciolince reconoce que en los últimos diez años produjo dos novelas que fracasaron, están escritas, “pero no las voy a publicar porque son muy malas”. Se trata de un acto de honestidad y de reconocimiento de que el fracaso es fundamental para cualquier creador: la crítica de los demás, el ojo que te advierte de dónde te estás equivocando, “y hay que tener la humildad de reconocer lo que no está bien y no publicarlo, pero también la humildad de publicar imperfecciones… porque si uno solamente busca la perfección, lo que está acabado y perfecto, se vuelve paralizante: la tentación de la perfección te paraliza”.

vmb


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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