Linda Vianey Ángeles Mendoza, de 36 años de edad, se dedica desde hace años a las ventas de mostrador y de catálogo, junto con su madre, en un establecimiento de la zona centro de Atotonilco de Tula.
Madre de dos hijos, un niño y una niña, Linda ha puesto todo el empeño en salir adelante con este emprendimiento que cuenta con varias líneas de trabajo, pero que también le permite contar con un horario flexible.
Cada año, relata, trabajan mediodía el 10 de mayo, Día de madres, y al término de su jornada se va a comer con su mamá, pues es su forma de celebrarse mutuamente; este año, sin embargo, junto con sus papás, su hermano, sus hijos y sus sobrinos, realizarán un paseo, por lo que no trabajarán en esta ocasión.
Debido al Día de las madres, será hasta este jueves cuando realice la entrega de los pedidos o la venta de productos en mostrador, para quienes deseen realizar un obsequio a sus mamás por la fecha.
Reconoce que su actividad es demandante, pues el local oferta múltiples productos, por lo que son variados sus clientes, aunque muchos de ellos ya están adaptados al uso de catálogos digitales, por lo que los pedidos los realizan mayormente a través del servicio de mensajería de Whatsapp.
Esta situación le ha facilitado el desempeño de su trabajo, pues admite que como mamá es complicado atender las múltiples actividades que ello conlleva, aunque refiere que cuenta con un horario flexible, que le permite atenderlas.
No obstante, explica, a veces las actividades extras que se realizan en la escuela no tienen un horario establecido y tienden a alargarse, lo que complica la situación para atender a la clientela.
Pero explica que comúnmente utiliza el Whatsapp o las redes sociales para informar a sus clientes sobre los cambios en los horarios de atención, algo que le ha ayudado mucho para mantener comunicación con sus clientes.
Estar al pendiente de sus clientes y de sus hijos no es fácil, pero reitera que aunque son actividades demandantes, el horario flexible le ha permitido estar junto a sus hijos y no perderse por ende ninguna etapa de su crecimiento, al estar pendiente de ellos.
Aunque reconoció que la situación económica actual en el país es complicada, debido a que aumentan constantemente los precios de productos y servicios, lo que, en su caso, la ha obligado a vender productos de otras marcas para obtener mayores ingresos
Y la situación se agravó aún más a partir de la pandemia de covid-19, pues admite que fue una de las etapas más difíciles que ha enfrentado en su actividad comercial.
Algunos clientes que no querían asistir al local físico por los contagios, además de que enfrentó problemáticas para abastecerse, y en la paquetería hubo inconvenientes por retrasos en las entregas, por lo que se registraron varias cancelaciones.
A las emprendedoras las impulsó a realizar su actividad, pues indica que aunque es difícil, tiene recompensas y les permite estar cerca de sus hijos para no perderse ninguna etapa de su crecimiento.