En México más del 80 por ciento de las muertes registradas cada año están asociadas con Enfermedades No Transmisibles (ENT), como son las patologías cardiovasculares, la diabetes mellitus, diferentes tipos de tumores malignos y afecciones respiratorias, superando los decesos ocasionados por violencia por homicidios y otros factores no vinculados a la salud.
Se trata, de acuerdo con especialistas, de una situación que también vive el mundo de manera similar, de hecho, la Organización Mundial de la Salud estima que cada dos segundos fallece una persona por ENT, lo que obliga a los líderes del mundo a replantearse las estrategias para revertir muertes que son prevenibles.
En la víspera de la Cuarta Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles, que se llevará a cabo en Nueva York, Estados Unidos, en el mes de septiembre, Erick Ochoa, director general de Salud Justa Mx y Juan Núñez, coordinador de la Coalición México Salud-Hable coincidieron de que México ha dado pasos esenciales para combatir, por ejemplo, el tabaquismo y la obesidad con estrategias de política pública de etiquetados y de prohibición en diversos espacios. De hecho, en el país, desde el pasado 29 de marzo, se prohibió la venta de comida chatarra, en la que se incluyen los alimentos y bebidas ultraprocesados con sellos de advertencia, en las escuelas como parte del programa "Vida Saludable en las Escuelas".
Si bien, aclararon, se trata de medidas de prevención esenciales para reducir la carga de las enfermedades, México también tiene el compromiso de presentar los programas de fortalecimiento presupuestal de las instituciones que, actualmente, atienden a los sectores ya enfermos, con múltiples complicaciones y afecciones.
Ochoa y Núñez explicaron ante autoridades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el combate a las ENT requiere de medidas más estrictas en tanto a elevar los impuestos y destinar recurso etiquetados para combatir los efectos negativos que aún tiene el tabaquismo, el vapeo, la comida chatarra.
Los especialistas refirieron que se debe establecer metas transparentes y medibles de reducción de muertes por ENT, como convoca la OMS en los nuevos acuerdos hacia 2030, asimismo, la forma en la que se va a disminuir el impacto en la productividad y en la discapacidad generada.
En este proceso es esencial, comentaron, capacitar al personal en identificar las ENT y que se cuente con los insumos necesarios que permitan la detección temprana de dichas enfermedades que, en más de un 80 por ciento, igualmente, suelen diagnosticarse en etapas avanzadas, cuando ya hay complicaciones severas, irreversibles y letales.
Se debe presentar todo un plan que invita, además, otorgar terapias innovadoras y programas de rehabilitación. No basta con contar con leyes de vanguardia sino también con acciones que lleven a su implementación, reiteró Ochoa.
En 1990, las enfermedades crónicas, especialmente del corazón, accidentes cerebrovasculares, diabetes, obesidad, síndrome metabólico, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y algunos tipos de cáncer representaban el 57 por ciento de las muertes, en la actualidad, ese porcentaje se ha incrementado a más del 80 por ciento del total de las muertes de todas las edades.
Aunque México estaba en plena pandemia, en 2022, el INEGI contabilizó 841 mil 318 defunciones en México y, de estas, solo 83 mil 916 estaban relacionadas con causas externas, es decir, no estaban relacionadas con la salud. Se ligaron más a actos de violencia, como homicidio y accidentes.
En las estadísticas del INEGI 2022, un total de 225 mil 535 personas fallecieron por enfermedades del corazón; 115 mil 681 por diabetes mellitus; 90 mil 018 por tumores malignos; 41 mil 420 enfermedades del hígado; enfermedad cerebrovascular 36 mil 158; influenza y neumonía 30 mil 052; Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas 18 mil 580.
Por agresiones y homicidio un total de 32 mil 223 y accidentes 37 mil 438. En ese año del 2022 se incluyó un apartado especial a covid-19, con 38 mil 880 casos solo en ese periodo.
Para Ochoa resulta esencial que dentro de este panorama se ponga especial atención a las enfermedades respiratorias crónica, causadas por asma, asimismo, por el desarrollo de patologías ligadas al tabaquismo, vapeo, contaminación, exposición al humo de leña como son el EPOC, los cánceres pulmonares.
“Hemos promovido iniciativas, incluso, organizado varios foros en el Congreso de la Unión, para incluir el tema de enfermedades respiratorias crónicas en la Ley General de Salud, más allá de la mención de la patología, sino con acciones de mejora de diagnóstico y tratamiento, acceso a servicios de calidad, promoviendo la investigación, desafortunadamente no hemos logrado, hasta ahora, concretar esas iniciativas que priorice las enfermedades respiratorias crónicas, quitando todo tipo de estigma de que esa persona, por ejemplo, se lo provocó al fumar”, aclaró Ochoa durante el taller “Descifrando la epidemia de enfermedades respiratorias crónicas”.
Las acciones, coincidió con Núñez, son urgentes. Sobre todo, porque la OMS calcula que cada 2 segundos, alguna persona de menos de 70 años muere por una ENT en el mundo.
“En 2021, más de 43 millones de personas murieron a nivel mundial por ENT, lo que representa el 75% de las muertes no relacionadas con pandemias. Siete de las 10 principales causas de muerte estuvieron relacionadas con las ENT. Un alarmante 86% de las muertes prematuras por ENT se producen en países de ingresos bajos y medios, donde el entorno social, económico y físico ofrece menor protección contra los riesgos y las consecuencias de las ENT y los problemas de salud mental”.
Por eso, México, aseguraron los representantes de las ONG, además de presentar los avances, consideramos que también debe de hacer un planteamiento firme a favor del derecho a la salud con la presentación de los mecanismos que implementará para reducir los niveles de alta mortalidad por ENT.
MSS