Después de medio siglo de un enconado conflicto legal y social, la comunidad de El Alberto, en Ixmiquilpan, ha logrado una victoria definitiva sobre La Estancia, perteneciente a Chilcuautla, en una disputa histórica por sus límites territoriales.
El Tribunal 55 emitió una resolución inapelable que reconoce la posesión ancestral de las tierras por parte de El Alberto, poniendo fin a uno de los litigios más prolongados de la región.
La sentencia del Tribunal 55 es categórica: declara ineficaces todos los actos jurídicos posteriores que pretendieron afectar la posesión de El Alberto y absuelve a la comunidad de las acciones legales iniciadas en su contra. El resolutivo subraya que "La comunidad de El Alberto aportó elementos de prueba suficientes para acreditar la posesión legítima de las tierras que forman parte de sus bienes comunales".
Este fallo tiene el carácter de "cosa juzgada", lo que significa que no admite medios ordinarios de impugnación. El conflicto ha quedado legalmente concluido. Por su parte, la comunidad de La Estancia, que fungió como demandante, no logró presentar pruebas suficientes que respaldaran su reclamación, lo que llevó al Tribunal a desestimar sus argumentos y confirmar la legítima posesión que El Alberto ha mantenido históricamente.
El título virreinal, clave para la defensa de El Alberto
El conflicto, con raíces que se extienden por más de 50 años, se intensificó a partir de 2008, cuando la comunidad de El Alberto inició un proceso legal más firme para exigir la restitución de tierras dentro de sus límites comunales. Un elemento crucial en la defensa fue la presentación de un título virreinal, documento que resultó fundamental para acreditar el reconocimiento de su posesión y propiedad ancestral.
Aunque aún no se ha emitido una postura oficial por parte de las autoridades o de los habitantes de El Alberto, en ocasiones anteriores han manifestado su disposición al diálogo para resolver pacíficamente las diferencias con la comunidad vecina.
Esta sentencia no solo cierra un capítulo de incertidumbre para El Alberto, sino que también sienta un precedente importante en la defensa de los derechos territoriales de las comunidades indígenas en la región.
