Al menos cinco de los 11 trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) de la Ciudad de México, que fueron hospitalizados tras el incendio en la Central de Control, ya fueron dados de alta del Sanatorio Durango.
Los trabajadores salieron del hospital ubicado en la colonia Roma, alcaldía Cuauhtémoc, desde las 13:00 horas, mientras que los familiares de seis empleados intoxicados más esperan noticias afuera del centro médico.
Los familiares de los trabajadores que continúan en atención médica comentaron que la mayor afectación que sufrieron fue la inhalación de humo y gases tóxicos, por lo que se les suministró oxígeno.
Personal de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México apoyó a los familiares de los trabajadores intoxicados, al entregarles un pase para que reciban atención psicológica después del siniestro al que estuvieron expuestos.
Juan Martín Cabrera, regulador del Puesto Central de Control, uno de los pacientes que salió por su propio pie, platicó que al escuchar la alarma, los empleados no supieron cómo reaccionar, pues no se les ha capacitado para saber cómo hacerlo.
“Escuchamos una alarma, no sabíamos si era de incendio, si era de temblor, pensamos que iba a temblar, entonces, permanecimos un momento allí hasta que empezamos a ver que salía humo y en cuestión de segundos ya no se alcanzaba a ver y fue que tomamos la decisión de salir por la escalera de emergencia”, dijo.
A algunos les recetaron jarabes para la tos y paracetamol para el dolor de cabeza, y aunque salían con los ojos rojos por el humo, comentaron que no se les habían recetado gotas para los ojos.
FLC
