Por: Carla Crespo
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
Este año, IC500 organizó los reactivos que evalúa en cinco componentes que describen los aspectos que deben considerar las políticas de integridad: Declaración de principios, relaciones con terceros, capacitación y alcance, sistema de denuncia y disponibilidad de información. Con la escala de 0 a 100 puntos, las empresas pueden saber en una cifra el nivel de avance que tienen sus políticas internas en cada uno de estos componentes evaluados. En el promedio de las 500 empresas evaluadas, los dos componentes que obtienen el menor puntaje son Relaciones con terceros (63.5) y Capacitación y alcance (66.5). El primero incluye las medidas que asume la empresa con proveedores, clientes, actores políticos y sociales; mientras que el segundo describe las acciones que toma la empresa para dar a conocer sus políticas entre todos sus colaboradores y cómo los capacita para poder aplicarlas. Esta evaluación permite que las empresas pueden realizar esfuerzos adicionales para el proceso de implementación de sus documentos de integridad, así como identificar potenciales mejoras a sus prácticas, al tiempo que se vuelven innovadoras en términos de las reglas que pueden ir definiendo para su propia gobernanza.