Un sacerdote católico ha desatado polémica en Italia por haber celebrado una misa dentro del mar utilizando un colchón inflable como altar, en una situación que fue captada en videos y fotos donde se muestra al cura en compañía de algunos asistentes.
En una nota de prensa publicada en su página web, la arquidiócesis de Crotone, al sur de Italia, donde fue celebrada la misa, condenó al sacerdote.
Cuando lo sagrado y lo virtuoso es atacado, y lo profano y lo vulgar es exaltado, lo único que le espera a esa sociedad es caos, anarquía y autodestrucción. El "padre" #MattiaBernasconi, de la parroquia de San Luis Gonzaga en Milán, celebró una misa en las aguas del mar de... pic.twitter.com/fAqnhjlEOj
— Abstención Colombia (@AbstCol) July 27, 2022
"La celebración eucarística tiene un lenguaje particular, está hecho con gestos y símbolos que es justo respetar y valorar, no hay que renunciar a ellos con tanta superficialidad", escribió.
Agregó que "es necesario mantener ese mínimo decoro y atención por los símbolos".
Debido a la ola de calor que azota a la península y la ausencia de sombra, don Mattia Bernasconi, sacerdote milanés, decidió celebrar en las acogedoras aguas del Mediterráneo la misa, con la que se concluían las actividades de un campamento de jóvenes voluntarios de la asociación antimafia Libera, que administra tierras confiscadas a la mafia.
El hecho fue inmortalizado por las cámaras y transmitido por varios medios.
Celebrar la Misa en medio del agua usando una colchoneta como altar fue la idea del sacerdote italiano Mattia Bernasconi, vicario de la pastoral juvenil de la parroquia de San Luigi Gonzaga de Milán. ¿Que piensas? pic.twitter.com/sq3iaaERV3
— Conoce Ama Y Vive Tu Fe con Luis Roman (@ConoceF) July 28, 2022
Las imágenes revelan al sacerdote, sin camisa, frente a su improvisado altar y frente a un grupo de personas en traje de baño.
El miércoles, Don Mattia divulgó una carta enviada a la arquidiócesis, en la que explica que no quiso banalizar la eucaristía o manipularla para enviar otros mensajes.
"Fue simplemente una misa con la que se concluía una semana de trabajo con los jóvenes que participaron en el campamento", escribió.
Sostuvo que "los símbolos son fuertes, es cierto, y son elocuentes (...) Hubo una cierta ingenuidad de mi parte en no darles el justo peso".
"Pido humildes disculpas desde el fondo de mi corazón por la confusión causada por las imágenes divulgadas en los medios", añadió.
La fiscalía de Crotone abrió una investigación por "ofensa a una confesión religiosa".
La influencia de la Iglesia católica sigue siendo muy fuerte en Italia y los crucifijos se ven en escuelas y tribunales.
Por su parte un diputado manifestó su solidaridad con el cura y agradeció "que lleve los valores cristianos hasta las playas".