El reciente lanzamiento de la serie Marcial Maciel: el lobo de Dios, original de HBO Max, arrojó luz nuevamente sobre las sospechas alrededor del rol que pudo haber desempeñado el papa Juan Pablo II durante los años que el fundador de los Legionarios de Cristo extendió su red de abusos contra menores.
La simpatía que Maciel generó en Juan Pablo II, cuyo nombre secular fue Karol Józef Wojtyla, no era ningún secreto, pues el pontífice incluso envió una carta para celebrar el 50 aniversario de su ordenación sacerdotal y dedicarle una bendición apostólica a él y a su legión.
Tal cercanía fue lo que generó una oleada de críticas contra el Vaticano cuando se anunció que en 2014, a nueve años de su muerte, Juan Pablo II sería canonizado. Pero, ¿el pontífice de origen polaco tenía conocimiento sobre los abusos cometidos dentro de la Iglesia? En MILENIO te contamos.
La impunidad de Maciel durante cinco décadas
A Juan Pablo II se le recuerda por muchas cosas: por haber sobrevivido a un atentado en la Plaza de San Pedro, por ser el primer papa con una nacionalidad distinta a la italiana en más de 450 años y por la gran cantidad de viajes apostólicos que realizó durante su mandato —de ahí su apodo como El papa peregrino—.
No obstante, para los sectores más críticos de su figura hay un aspecto que no se puede omitir: el papazgo de Juan Pablo II fue el de mayor duración durante el período en que Maciel gozó de total impunidad ante la Iglesia.
En noviembre de 2018, el cardenal brasileño Joao Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Religiosa y las Sociedades de Vida Apostólica, reveló que el Vaticano tenía documentos sobre los abusos cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo desde 1943.
"Quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia", mencionó el religioso a la revista Vida Nueva. Aunque no mencionó nombres, los máximos representantes del catolicismo en la segunda mitad del siglo XX fueron, además de Juan Pablo II: Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo I.
Una serie de documentos del Archivo Apostólico, revelados en 2024, exponen que Pío XII pretendía tomar enérgicas medidas contra Maciel e incluso le ordenó "buscar tratamiento" y alejarse de sus estudiantes en 1956. En caso de desobedecer, la Santa Sede advertía una posible suspensión a divinis que lo habría privado de sus facultades clericales.
Sin embargo, la sanción nunca fue aplicada y las investigaciones contra el fundador de los Legionarios quedaron estancadas desde la muerte de Pío XII, en 1958.
Una investigación del diario italiano Corriere della Sera advierte que los documentos del Vaticano muestran dos posibles explicaciones a la indulgencia de la Santa Sede contra Maciel.
Por un lado, el originario de Cotija, Michoacán, se presentaba como un experto en reclutar seminaristas. Por el otro, se encargó de consolidar una sólida red financiera mediante paraísos fiscales que habría beneficiado al más cercano entorno de Juan Pablo II.

Un reportaje del periodista Jason Berry, publicado en el National Catholic Reporter, sostiene que los principales favorecidos del dinero de Maciel en la Sede Apostólica fueron Angelo Sodano (secretario de Estado entre 1990 y 2006), Eduardo Martínez Somalo (camarlengo entre 1993 y 2007) y Stanislaw Dziwisz (arzobispo y secretario particular de Juan Pablo II durante cuatro décadas).
En su libro Marcial Maciel: historia de un criminal, la periodista Carmen Aristegui recabó testimonios que apuntalaron la versión de que "Sodano era el protector de Maciel".
Otro aspecto que reforzó las hipótesis sobre el proteccionismo que Juan Pablo II le habría otorgado a Maciel Degollado fue que éste último no recibió castigo alguno de la Iglesia sino hasta después de la muerte del polaco.
Benedicto XVI, sucesor de Juan Pablo II, intentó avanzar en las investigaciones contra Maciel cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Sin embargo, la simpatía que el polaco sentía por el legionario obstaculizó su ímpetu, según un artículo del doctor en Sociología Rodrigo Medellín, publicado en la Revista Iberoamericana de Teología.
No fue sino hasta mayo de 2006, ya bajo el liderazgo de Benedicto XVI, que la Congregación le ordenó a Maciel que abandonara cualquier expresión de ministerio público y que llevara "una vida privada de penitencia y oración". Debido a la avanzada edad del michoacano, la Santa Sede no procedió conforme al derecho canónico.
¿Por qué fue canonizado Juan Pablo II?
El 27 de abril de 2014 quedó marcado como un día histórico para el dogma romano, pues en la Plaza de San Pedro estuvieron presentes cuatro pontífices al mismo tiempo.
El papa Francisco fue el encargado de dirigir la homilía y Benedicto XVI, como papa emérito, acudió al acto en calidad de concelebrante. Por otro lado, Juan XXIII y Juan Pablo II se hicieron presentes ante cientos de miles de fieles a través de enormes retratos. Era la ceremonia con la que se convertirían en santos.
La ruta hacia la santificación de Juan Pablo II se inició en 2011. Dos años más tarde, el papa Francisco aprobó el decreto con el que se le atribuía un segundo milagro, requisito clave para la canonización.
Antes, el Vaticano exigía que pasaron al menos cinco años desde la muerte de una persona para comenzar el proceso de su beatificación, una fase previa a convertirse en santo. Sin embargo, fue el mismo Juan Pablo II quien derogó tal principio con el objetivo de acelerar la canonización de la madre Teresa de Calcuta.
BM.