La historia de La Paz se remonta a los años de la colonia, cuando los misioneros jesuitas, luego franciscanos y dominicos, llegaron desde la Nueva España en búsqueda de riquezas y nuevos horizontes.
Durante el siglo XX, este puerto fue muy concurrido cuando se declaró una zona libre de impuestos. Fue entonces cuando los legendarios almacenes La Perla surtían de electrodomésticos, electrónicos y todo tipo de mercancías importadas a quienes venían desde el centro del país a llevar lo que entonces se conocía como “fayuca”.
Al paso de los años, al cerrarse la zona franca, la economía fijó sus rumbos en el turismo, especialmente, por estar cerca de dos desarrollos importantes de Fonatur: Los Cabos y Loreto.
Sabor de provincia
La Paz conserva ese sabor provincial en sus calles, su oferta hotelera es diversa y lo más recomendable es hospedarse en alguna propiedad Airbnb, ya sea en el centro de la ciudad o bien, en alguno de los alrededores cerca del mar.
Su bahía es una de las más hermosas del país, y el malecón se puede recorrer a pie, lo que te permite disfrutar de los bellos amaneceres o atardeceres con plena tranquilidad.
El turismo sustentable y las actividades de naturaleza son lo que más ha caracterizado a La Paz en los últimos años; las autoridades y los empresarios han puesto la vista en compartir la riqueza natural del Golfo de California y el sur de la península con los visitantes, de forma responsable.
Isla Espíritu Santo
Unos kilómetros al norte de La Paz, se encuentra esta isla que ha sido declarada área natural protegida, por ello, solo operadores turísticos autorizados pueden llevar visitantes a sus más de 30 playas de arenas blancas y aguas transparentes, así como a la punta de la isla, donde el nado con lobos marinos es una de las actividades más solicitadas.
Es una experiencia única el compartir una mañana con la naturaleza del Golfo de California. El nado con lobos marinos en libertad es con pleno respeto a su hábitat; nosotros pudimos vivir esta experiencia al bajar en grupos de 10 personas, aproximadamente, sin acercarnos a las rocas donde están postrados los machos y las hembras adultos.
Nadamos con el esnórquel para poder aproximarnos un poco, y la curiosidad de los cachorros los hizo acercarse para nadar por debajo de nosotros e, incluso, juguetear con mordiscos inofensivos.
Hay reglas que seguir, como no forzar tocarlos o invadir sus espacios. En el mismo entorno se pueden ver diversos tipos de peces y corales; este fue un momento en el que nos sentimos parte de la inmensidad de la mar.
No es difícil encontrar a uno que otro delfín en el camino e incluso, ver tiburones ballena que viven prácticamente el año entero en la Bahía de La Paz.
Si así lo deseas, puedes parar en cualquiera de las playas que dan a la costa, que son prácticamente vírgenes, pues ninguna tiene construcciones. Es recomendable portar calzado para playa o piscina, dado que hay un gran número de pequeñas mantas y rayas que viven entre la arena.
Puerto López Mateos
Unas dos horas al noroeste de La Paz está uno de los sitios más reconocidos en todo el mundo para ver a ballenas grises durante el invierno y el principio de la primavera. En esta temporada comienzan su regreso a costas norteamericanas, pero es posible seguir viéndolas incluso en la tercera semana de abril.
Hasta estas lagunas saladas vienen los cetáceos a aparearse y luego de la gestación –que dura prácticamente un año– a parir a sus crías.
A bordo de pequeñas lanchas, se pueden ver ballenas y crías nadando al unísono; si tienes suerte, estos ballenatos se acercan con curiosidad a las lanchas y es tal la adaptación que tienen al ver seres humanos, que se acercan a centímetros. Evidentemente no se puede nadar y hay restricciones para evitar invadir su entorno.
La sierra de Baja
Desde estas tierras comienza la serranía llamada La Giganta, al norte, y termina hasta la zona de San Pedro Mártir, casi llegando a la frontera con Estados Unidos.
Cerca de aquí hay zonas serranas donde se puede practicar senderismo, bicicleta de montaña y, en algunos casos, incluso acampar. Esta es otra forma de conocer la Baja California del monte y observar desde algunos puntos los dos mares: el Océano Pacífico y el Golfo de California.
Mar y tierra en la gastronomía
Tal como son las experiencias de viaje aquí, entre mar y tierra, así versa la cocina de Baja California Sur. Podrás probar desde carne seca en tortillas de harina hechas al momento, hasta pescados y mariscos frescos de la región.
[OBJECT]El toque mexicano se expresa deliciosamente en la cocina del mar, la cual se acompaña de vinos misionales traídos de Loreto o de los valles de Guadalupe y Santo Tomás, al norte en Baja California.
También puedes descubrir el movimiento cervecero artesanal en La Paz, pues es un tema creciente en casi todas las zonas de La Paz. Actualmente hay muchos productores, bares, brewpubs, restaurantes y tiendas para poder probarla.
¿Cómo llegar a La Paz?
La conectividad con la Ciudad de México es amplia, gracias a los múltiples vuelos operados por Aeroméxico y Volaris; sin embargo, también puedes volar con Interjet, Viva Aerobús y Calafia Airlines a Cabo San Lucas y Loreto.