Los sueños de triunfo y realización de un grupo de jóvenes laguneros que concluyeron hace cuatro años sus estudios profesionales se han esfumado, al igual que sus oportunidades de empleo, cuando la universidad de la que egresaron no les ha entregado sus títulos.
Se trata de la UNEA IMESAD, una universidad a la le cumplieron puntualmente con el pago de colegiaturas como de todo el proceso de titulación al término de los tres años y medio de concluir sus estudios, pero al paso de varias administraciones y directivos, hoy no se hace responsable del pasado, ni tampoco del futuro de estos profesionistas dejándolos en el limbo.
Ubicada en la avenida Cipreses en la colonia Jardines de California en Torreón, donde ocupó por muchos años la Escuela Pereyra, está la llamada Universidad de Estudios Avanzados, se presume en su sitio web como una red conformada por siete instituciones en 13 estados de la República Mexicana, 28 campus y una plataforma de educación en línea con más de 50 mil estudiantes.
Sin embargo, es que en los últimos años, ha defraudado a un considerable número de estudiantes egresados a los que pese a haber cumplido en tiempo y forma con su plan de estudios como con el pago de sus colegiaturas, no les ha podido liberar los documentos que los valida como profesionistas frente en un mercado laboral exigente y que los desplaza o desaira al no poder sustentar lo que ellos consideran que estudiaron.
Cuatro años sin noticias sobre títulos
Al menos así lo constatan Ángel Saucedo Lara y Wendolyn Yañez Herrera, alumnos egresados desde el 2018 de la carrera de Psicología en el plantel del Campus Torreón y quienes al igual que otros 48 casos similares, hasta este momento no han logrado tener en sus manos un título y han tenido que padecer el desaire de la institución que consideran su Alma Mater que no les resuelve, ni tampoco les ofrece alternativas, en tanto padecen el rechazo de las empresas a las que han llegado con su carta de pasante pero son dados de baja al no acreditar sus estudios profesionales por los que fueron contratados.
Recuerdan cómo fueron pasando de la felicidad al calvario, cuando después de concluir satisfactoriamente sus estudios se les informó que tardarían al menos un año para que salieran sus títulos, debiendo en este caso pasar por los protocolos gubernamentales.
Pasado ese tiempo se comunicaron con la institución y se les informó que había un problema en la Secretaría de Educación Federal, luego les argumentaron que por la pandemia muchas áreas de la Dirección General de Profesiones no estaban trabajando al cien por ciento y ello alargó más el proceso.
A la vuelta de seis meses después, acudieron a la universidad para preguntar sobre el avance de sus papeles y fue entonces cuando se vino un cambio sorpresivo de la directiva y se les pidió paciencia y comprensión porque la misión de la nueva administración sería el poder orden a lo heredado.
Luego, en el 2021 se les ofreció que se les daría un título impreso pero del Campus de Cuernavaca, lo que rechazaron y vieron con suspicacia debido sus estudios los habían cursado aquí y que por tanto debía ser un documento fechado y emitido en Torreón en el campus local puesto que aquí habían hecho la carrera.
Sin indicios de su paso por la universidad
Sin embargo, el consuelo no duró mucho, pues relatan que a principios del 2022 acudieron a ver a la nueva directora Isabel Treviño, quien les refirió que no les les darían ningún título, puesto que no había ningún antecedente de ellos en este plantel en cuanto al pago y les informó que habían encontrado irregularidades en el manejo de los recursos por parte de los ex directivos y empleados administrativos.
Más de 50 egresados en la misma situación
Pese a la presentación y exhibición de todos los recibos de pago hechos por sus padres y familias tanto en colegiaturas como en el pago del trámite del título profesional, a los truncados profesionistas no se les ha ofrecido ninguna respuesta y mucho menos una solución, por lo que al igual que ellos señalan que existen en un chat de teléfono unos 50 egresados que están en similar situación, pero que se niegan a denunciar por temor a represalias.
Los denunciantes expresan que en un chat de WhatsApp existe un grupo de al menos 50 jóvenes que se encuentran en las mismas circunstancias, a quienes durante cuatro años los han traído con evasivas y engaños, cuando ya cumplieron su plan de estudios, estuvieron pagando 2 mil pesos mensuales de colegiaturas y cubrieron una cuota de 10 mil pesos por el trámite de titulación, mientras que en la Secretaría de Educación Pública de Coahuila les advierten que no pueden hacer nada, por lo que la frustración e impotencia es aún mayor.
EGO