Cada año desde que tenía 15, Verónica Hernández llega a La Laguna desde San José de Baqueachi, localidad de Carichí de la Sierra de Chihuahua, con la finalidad de atravesar una temporada invernal más amable.
Apenas la semana pasada llegó a Torreón, específicamente al sector Alianza, en donde se ubica el lugar donde pasa la noche junto a su mamá, hermana, hija y sobrina, así como otras familias también de la comunidad Rarámuri.
El grupo opta por llegar a tierras laguneras, debido a que son más cálidas en comparación a las temperaturas de la sierra durante invierno.
Mientras permanece en la Región Lagunera busca diferentes formas de obtener sustento, como pedir alguna ayuda a la gente que se encuentra a su paso durante las largas e incansables caminatas.

Pero sobre todo, ofrece las bolsas que hace dos años aprendió a coser y que a simple vista llaman la atención porque tienen la forma de los vestidos que utilizan las Tarahumaras, con los colores llamativos, los lazos, las flores, y el plisado de las falda que hacen grandes olanes, con un costo de 150 pesos.
Ya con más de 30 años y una hija de 8, de nombre Lucía, este jueves acompañada también por su sobrina Melissa de dos años, decidió probar suerte en el centro de Lerdo,donde caminó alrededor de la Plaza Principal hasta el Mercado Donato Guerra.
Por algunos lapsos de tiempo se sentaban a descansar afuera de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, en la sombra mientras cosía una nueva bolsa en forma de vestido o les llegaba una moneda.
En la casa donde se quedan pagan 600 pesos al mes, pero carecen de todas las comodidades básicas como una mesa, sala y más muebles e inclusive de camas, por lo cual deben dormir en el piso.
Pero aún así, la vida en estos días en La Laguna es más llevadera que en la sierra.
Señala que la principal necesidad que tienen es de cobertores y espera poder adquirir algunos con el dinero que saca de sus bolsas, con las cuales le ha ido bien pues al día puede vender entre tres o cuatro e inclusive ya también trabaja por pedidos.
