Es común encontrar en cada semáforo a personas que tienen habilidades, quienes se dedican a entretener a los automovilistas y sacarles una sonrisa.
Muchos de estos artistas logran llevar el pan a su mesa gracias a estas habilidades o hay quienes lo toman como hobby para conocer el mundo, tal es el caso de Andrea Rodríguez Rivas.
Andrea es una joven de 23 años de Lerdo, que a pesar de haber nacido en ciudad Juárez ya se siente lagunera, su pasión son los aros de hula con los que aprovecha para ganar un poco de dinero en los semáforos, habilidad que también le ha permitido viajar a diferentes partes de México.
A los 17 años aprendió a bailar el hula, con un solo aro y gracias a tutoriales en internet fue adquiriendo más conocimientos sobre esta habilidad y en los viajes al cruzarse con más chavas que hacían lo mismo que ella, tuvo la posibilidad de aprender más trucos y mejorar la técnica.
"Algunos de los trucos que sé son los roles además de malabarear cuatro hulas, jugar poi hooping y un poco de visuales y lo que más disfruto es bailarlos en el cuerpo".
Sin tener conocimiento alguno de los malabares o el hula hula, Andrea conoció a unos jóvenes que se destacaban como artistas callejeros en el Parque Victoria de Lerdo quienes viajaban por todo México, lo que la hizo querer entrar en ese mundo.
Debido a la inseguridad que se vivía en Ciudad Juárez, Andrea y su familia decidieron mudarse a un lugar más tranquilo, encontrando en Lerdo un hogar y una oportunidad para salir adelante. Cuenta, que un día sujetos arribaron a un local de hamburguesas que tenía su madre y los asaltaron, siendo este motivo más que suficiente para partir.
Viajar es otra de sus grandes pasiones, disfruta conocer los bellos paisajes que brinda cada Estado, teniendo así la oportunidad de conocer gente.
"Me ha tocado muchas veces que gente que no me conoce me ha dejado quedarme en sus casas y yo creo es por lo que les transmito y eso es algo muy bonito”, dijo.
A pesar de que su alma es completamente aventurera, reconoce que la situación es preocupante, por el incremento de desapariciones de mujeres por lo que ya prefiere ahorrar para comprar su pasaje en lugar de hacer autostop para correr menos riesgos.
"Me apasiona conocer los diferentes estados de México", comenta Andrea.
Entre los lugares que ha conocido se encuentran Guadalajara, Querétaro, CDMX, Sonora, Oaxaca , Sinaloa, Hidalgo entre otros.
Antes de la pandemia, le ofrecieron dar clases de hula hula en la casa de la cultura, pero ante el posible contagio de covid-19 se tuvieron que cancelar, menciona que en cuanto se pueda volverá a impartir sus clases.
Uno de los problemas que ha tenido que afrontar, ha sido el coronavirus ya que recuerda que en el principio la gente ya no apoyaba tanto debido a que tenía miedo de dar la moneda y además la policía estuvo quitando a las personas de los semáforos pero poco a poco la situación ha ido mejorando y las personas han vuelto a darles un poco de lo que tienen.
El semáforo no es algo de lo que le gustaría vivir siempre, ya que le gustaría dar clases a señoras y niñas o trabajar en un circo, anteriormente tuvo la oportunidad de estar en uno en Saltillo y fue una de las experiencias que más disfrutó.
"Ver la sonrisa y la emoción de la gente mientras bailo con los hulas no tiene precio", comentó Andrea.
CALE