El patrimonio ya no se limita a casas, terrenos o cuentas bancarias. Hoy cada vez más personas generan ingresos a través de redes sociales, regalías digitales o inversiones en criptomonedas. Y todo eso, advierte Miguel Saucedo, especialista en materia inmobiliaria y testamentaria, también puede y debe heredarse.
“Se pueden heredar las cuentas bancarias, se pueden heredar acciones en la bolsa de valores, se pueden heredar las cuentas de TikTok, de YouTube, de Instagram, se pueden heredar las monetizaciones que se dan a los videos o a todos los influencers, se pueden heredar las regalías que tengan derecho de autor en canciones, en cualquier actividad”, explicó.
El especialista, socio director de Saucedo Abogados, subrayó que el testamento no es un trámite exclusivo de quienes poseen inmuebles.
“Todo el mundo puede pensar: ¿'Para qué hago un testamento si no tengo una casa, un inmueble de mi propiedad?'. No, claro, pero si ya tienes un hijo, tienes que hacerlo, hay que pensar en la custodia. Si tú tienes alguna criptomoneda, una cuenta en el banco, una de inversión, si tienes algún fondo en el que hayas metido dinero, lo tienes que hacer. Si recibes dinero por regalías en los videos de los influencers, lo tienes que hacer”.
La baja cultura testamentaria en México
Pese a la amplitud de bienes y derechos que pueden heredarse, en México la cultura del testamento sigue siendo muy baja.
“El principal problema que existe en México es un tema cultural, se desconoce exactamente para qué sirve o qué tan complicado puede ser un testamento, y también los beneficios que esto conlleva”, señaló.
EL DATOTestamentos en México
De acuerdo con el especialista, apenas tres de cada 10 personas económicamente activas cuentan con un testamento.
"En México solamente se calcula que 3 de cada 10 personas tienen un testamento, pero personas que ya son consideradas activas económicamente”.
El miedo a hablar de la muerte o la creencia de que los familiares buscan quedarse con los bienes suelen frenar la decisión.
“Si yo hoy pienso en que voy a hacer un testamento, es porque ya estoy a punto de morir. O si mi familia me pide que yo haga un testamento, seguramente se quiere quedar con mis bienes”.
Costos y tiempos del trámite
Contrario a lo que se piensa, se trata de un proceso rápido y accesible, especialmente durante la campaña nacional. “Septiembre, mes del testamento”, que este año se amplió a octubre.
“No es algo complicado, sin embargo, es algo sumamente sencillo. Lo más importante es que la persona esté decidida a hacerlo y que entienda cuál es la figura del testamento”.
En cuanto a los costos, Saucedo precisó: “Hoy por hoy el costo es sumamente bajo en el mes de testamento. Estábamos hablando que anda en el orden de los cinco mil pesos. En algunos lados incluso baja a tres mil 800, porque la Consejería Jurídica de la Ciudad de México ha autorizado grandes descuentos al colegio de notarios”.
Además, el tiempo de espera es corto. “No tarda más allá de una semana en tener un testamento. En este momento del mes de septiembre y octubre, el costo es muy bajo. Los beneficios son sumamente altos. No dejan problemas a las personas que desean heredar”.
Los conflictos que se evitan con un testamento
No tener un testamento deja abierta la puerta a múltiples disputas familiares. “El más común es no saber qué bien tiene la persona. Después viene que, de los herederos, nadie sabe en qué porción le va a tocar, y empiezan los conflictos entre los mismos, porque uno cuidó más al papá o cuidó más a la mamá, piensa que porque estuvo más cercano a la persona antes de fallecer tiene mayor o menor derecho”.
También abundan los malentendidos respecto a la figura del albacea.
“La idea de la albacea, que muchos experimentan, es que prácticamente va a tener el control absoluto y totalitario de los bienes, lo cual es totalmente falso, pero todo este tipo de ideología que se genera en las personas es lo que normalmente genera la problemática”.
Para evitarlo, dijo, es fundamental establecer en el testamento límites, porcentajes y responsables.
“Es sumamente importante que en el testamento se establezca quién recibe, quién obtiene derecho de dar, quién va a hacer la albacea, qué va a suceder en el caso que la albacea ya fallezca, qué va a suceder en el caso que la albacea no desee aceptar ese cargo...”.
Más allá de los bienes materiales
El especialista recalcó que el testamento también abarca aspectos personales de gran relevancia, como el futuro de los hijos.
“Los testamentos no solamente se hacen sobre bienes, también se hacen sobre derechos, se hacen sobre cosas, como pueden ser bienes muebles, sobre las mascotas también. Y algo que es sumamente importante: las custodias y tutelas de los menores, qué va a pasar cuando fallecen los padres de un menor de edad, quién se va a quedar con la tutela y con la custodia de ese bebé”.
Por ello, recomendó que cualquier persona que tenga hijos, patrimonio en formación o ingresos por actividades digitales considere elaborar uno.
“Aquella persona que tiene un hijo, aquella persona que empieza a crear patrimonio, aquella persona que en un futuro va a heredar de sus propios padres, aquella persona que ya empieza a crear patrimonio, los influencers que ya tienen cuentas activas donde monetizan en las redes sociales y obtienen una cantidad importante de dinero, eso también es un patrimonio que lo pueden heredar en el caso de que ellos fallezcan”.
Un documento que evoluciona con la vida
El testamento no es definitivo, debe adaptarse a los cambios personales y familiares.
“El testamento se va actualizando conforme va cambiando la vida de las personas. No es lo mismo una persona que tenga 20 años a una que tenga 40, a una de 60 u 80. Cada condición es sumamente distinta”.
Así una persona joven puede requerirlo para designar la custodia de un hijo, mientras que alguien en edad avanzada puede enfocarse en la distribución de su patrimonio acumulado.
“Cada vez que van cambiando tus condiciones personales, tienes que ir cambiando tu testamento”.
Más allá de los temores, Saucedo insistió en que elaborar un testamento es una forma de prevenir conflictos y asegurar que los bienes —físicos o digitales— se destinen a quienes el testador elija.
“Lo ideal es hacerlo para evitar dejar una complicación en el futuro”.
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