Generalmente la crueldad hacia los animales va escalando y se puede presentar luego con violencia hacia las personas, aseguró Guillermo Rocha González, coordinador del departamento de atención a urgencias psicológicas de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Aunque, explicó, debido a la violencia familiar que se presenta en los hogares, son los niños y adolescentes los que más maltrato ejercen sobre los animales, dado que normalizan la violencia.
Por ello, explicó, el impacto de la agresión en casa repercute en el maltrato a los animales, lo que a la larga deja a potenciales adultos violentos hacia otras personas y su familia, lo que termina por convertirse en un grave círculo de violencia al que, dijo, se le debe poner atención.
“El maltrato con animales se presenta en mayor porcentaje en niños y adolescentes, y eso es un indicador muy importante, porque habla de que hay evidencia de que normalizan el tema de la agresión o la violencia, y esto puede ser porque lo viven, o lo han sufrido, o lo visualizan en casa”, destacó.
Este maltrato, mencionó, también tiene que ver con una falta de empatía, o de no darse cuenta del sufrimiento de otro ser vivo, o de disfrutarlo.
“En algunos casos, puede ser parte de un trastorno antisocial, en donde no hay esta capacidad de relacionarse con las personas y no hay un buen manejo o salida a las emociones, y digamos que les da una salida desquitándose con un animal”, refirió.
Según el especialista, dentro de los rasgos del agresor está la baja autoestima, un pobre control de impulsos, una dificultad para manejar las emociones, tanto buenas como malas, y lo más grave, recalcó, una falta de empatía con otro ser vivo.
“Siempre va a ser recomendable un apoyo psicológico, o hasta psiquiátrico, para que no crezca este tipo de crueldad y para que aprendan a hacer un manejo adecuado de sus emociones”, sugirió Rocha González.
Cabe destacar que dentro del artículo 445 de la Constitución Política local se hace referencia a la permuta que puede darse de la pena por este delito por un tratamiento psicológico.
“La autoridad podrá sustituir total o parcialmente la pena por tratamiento psicológico hasta de 60 días”, señala la ley.